Estudio sugiere cambios en la medición de emisiones de carbono para reflejar el impacto ambiental real de las empresas

Written by on 09/04/2025

● Criterios del GHG Protocol pueden desincentivar involuntariamente los negocios circulares, a

pesar de su mayor contribución climática.

● En representación colombiana, Bancolombia hizo parte de la construcción del estudio.
● Actualmente, Colombia tiene una meta de reducción del 51% de las emisiones de gases

efecto invernadero para el año 2030.

Bogotá, abril de 2025. Un nuevo informe, publicado por la Fundación Ellen MacArthur,
presenta recomendaciones para revisar el GHG Protocol—el principal mecanismo utilizado
por las empresas para contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI)—con el fin de reflejar en mayor grado el verdadero impacto de las prácticas de
economía circular.
El estudio titulado "Mejorando la contabilización de las emisiones climáticas para acelerar la
transición hacia la economía circular", señala que, a pesar de que la economía circular es
clave para abordar aproximadamente la mitad de las emisiones globales de GEI, la
metodología actual de contabilización no captura de manera precisa la reducción de
emisiones cuando los productos se mantienen en circulación. En la práctica, esto
significa que las empresas que aplican principios de economía circular, pueden verse
perjudicadas incluso cuando su impacto positivo es mayor en la reducción de emisiones.
Creado en la década de 1990, el GHG Protocol es un conjunto de directrices, herramientas
y estándares globales, que permiten a empresas y organizaciones medir y gestionar sus
emisiones de gases de efecto invernadero. Este protocolo clasifica las fuentes de emisión
en tres alcances (scopes), basado en dónde ocurren dentro de la cadena de valor.
Mientras que los primeros dos alcances son obligatorios en los inventarios de emisiones, el
alcance 3, que abarca las emisiones a lo largo de toda la cadena de valor, es opcional. Sin
embargo, las emisiones del alcance 3 pueden representar la mayor parte de la huella de
carbono de una empresa, y es precisamente en este ámbito donde la economía circular
tiene su mayor impacto.
Según Luisa Santiago, directora ejecutiva para América Latina en la Fundación Ellen
MacArthur, la propuesta de revisión del protocolo surgió debido a las dificultades que
enfrentan las empresas para ver reflejados sus esfuerzos en economía circular dentro de
sus inventarios de emisiones de carbono, "las empresas saben que la economía circular es
esencial para enfrentar el cambio climático, pero no ven esto reflejado en la contabilización
de sus emisiones. Entendemos que la metodología puede mejorarse para mostrar más
claramente el impacto de las soluciones circulares en la cadena de valor. El beneficio de
esto, es incentivar a las empresas a avanzar en la transición hacia la economía circular, ya
que seguirá siendo fundamental para la reducción de emisiones y la prosperidad a largo
plazo."

Así mismo, David Penagos Echeverri – Vicepresidencia de Innovación y Sostenibilidad de
Bancolombia afirma qué “La transición a una economía circular implica un cambio
sistémico, por lo tanto, todos debemos ser parte, y los estándares de medición y
contabilización no pueden ser ajenos. Los ajustes a las metodologías y estándares actuales
deben realizarse para responder a las necesidades y realidades de la transición a una
economía circular para que de esta forma habilitar que las empresas y negocios
implementen acciones de cara a los nuevos modelos de negocio circulares y que la
transición a estos sea una realidad.”
Oportunidades para revisar el GHG Protocol
El informe de la Fundación Ellen MacArthur destaca cinco áreas clave para mejorar la
contabilización de emisiones, con el objetivo de representar de manera más precisa la
reducción de GEI lograda mediante la economía circular, y asignar mejor las emisiones en
el protocolo.
1. Reconocimiento de la economía circular en todo el protocolo: Es necesario
establecer con mayor claridad cómo reportar las emisiones asociadas a actividades
circulares más allá del reciclaje, como el alquiler, la reparación, la remanufactura y el uso
compartido de equipos. Estas prácticas prolongan la vida útil de los productos, evitando
emisiones derivadas de la extracción de materias primas y la producción de nuevos
productos, sin embargo, actualmente no tienen un espacio claro dentro de la contabilidad
del protocolo. Además, hacer obligatorio el alcance 3 permitiría reflejar mejor las emisiones
reales de una empresa.
2. Flujos de entrada de materiales circulares: Las reglas actuales solo contabilizan las
emisiones en el inicio de la cadena de suministro para el primer usuario de un equipo o
maquinaria. Como resultado, no hay incentivos para revender equipos en lugar de
descartarlos, ni para comprar bienes usados en vez de nuevos. La propuesta, busca
distribuir las emisiones iniciales entre varios usuarios, promoviendo la reutilización y
prolongando la vida útil de los productos.
3. Durabilidad de los productos: Actualmente, las empresas deben reportar todas las
emisiones de un producto en el año de su venta, sin considerar su vida útil. Esto favorece
productos que duran solo 2 años frente a aquellos diseñados para durar 10 años. Se
recomienda modificar la metodología para que las emisiones de productos de larga y corta
duración sean comparadas de forma más equitativa, por ejemplo, contabilizándolas
anualmente en función de su uso.
4. Flujos de salida de materiales circulares: Hoy en día, las reglas permiten que la
incineración de residuos para generar energía no reporte emisiones, incluso si la empresa
no usa esa energía. Como resultado, puede ser más ventajoso incinerar residuos que
reutilizarlos, reciclarlos o compostarlos, a pesar de que estas soluciones tienen un impacto
climático mucho menor. La propuesta recomienda aclarar la asignación de emisiones
para productos con múltiples ciclos de vida y hacer obligatorio el reporte de emisiones por
incineración.

5. Financiamiento de la economía circular: Los inversionistas están obligados a reportar
sólo las emisiones de alcance 1 y 2 de las empresas en las que invierten. Esto puede
ocultar el impacto positivo de la economía circular en las decisiones de inversión. Además,
algunos modelos circulares, como el alquiler de productos, pueden trasladar emisiones del
alcance 3 al alcance 1, generando una falsa percepción de aumento de emisiones. Para
evitar distorsiones, se recomienda hacer obligatorio el reporte de emisiones del alcance
3 en el sector financiero, mejorando la transparencia sobre el impacto climático real.
Potencial de la economía circular en la reducción de emisiones
Esta revisión busca resaltar una transformación clave en la lucha contra el cambio climático:
dar más importancia a las emisiones generadas por la producción y el uso de bienes
y alimentos. En 2019, la Fundación Ellen MacArthur demostró que la eficiencia energética
y las energías renovables sólo pueden abordar el 55% de las emisiones globales. Para
reducir el 45% restante—relacionado con materiales y alimentos—es esencial adoptar una
economía circular.
El impacto potencial de este modelo es enorme:
● Industria automotriz: Diseñar vehículos con menos materiales y estructuras más
ligeras podría reducir 89 millones de toneladas de CO₂e por año.
● Empaques reutilizables: En sectores como alimentos y bebidas, el uso de envases
retornables podría reducir emisiones entre 35% y 70% en comparación con los
envases desechables.
● Agricultura regenerativa: Prácticas como cultivos de cobertura y fertilizantes
orgánicos pueden disminuir significativamente las emisiones del sector,
aumentando al mismo tiempo la capacidad del suelo para absorber carbono. Se
estima un impacto positivo de 2,5 mil millones de toneladas de CO₂e por año
para 2050.
Impacto de la revisión en las empresas
Actualizar el GHG Protocol con base en estas recomendaciones permitiría una mejor
visibilidad del impacto real de las empresas en términos de emisiones de GEI. Además,
podría incentivar a más empresas a adoptar modelos alineados con la economía circular y
atraer inversiones hacia negocios que mantienen los productos en circulación y
ayudan a regenerar la naturaleza.
"Es importante que las empresas sepan que estas recomendaciones han sido enviadas al
GHG Protocol. La economía circular no solo trae beneficios ambientales, sino también
económicos. Esta revisión refuerza que invertir en economía circular generará un impacto
positivo y será reconocido", concluye Santiago.


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