Red sectorial forestal será clave en la transición energética de Colombia

Escrito por on 09/10/2023

Dentro de las fuentes alternativas de generación de energía, el gobierno nacional identificó el
uso de la biomasa agropecuaria y forestal. Las empresas de esta última están listas para
incorporarse en la nueva matriz energética con una fuente inagotable.
Bogotá, octubre 2023. Uno de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno actual
es impulsar la penetración de energías renovables y adelantar una transición energética gradual,
justa y sostenible. La pregunta sigue siendo cuáles serán las fuentes y tecnologías seleccionadas
para dar ese salto.
En la carrera mundial por reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles (77 % de la
energía se obtiene del carbón, el petróleo y el gas, según el FMI) y de paso alcanzar la meta de
cero emisiones de gases efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono, han surgido
opciones como las energías mareomotriz, eólica o solar, la geotermia, la bioenergía y el
hidrógeno verde.
La Organización de las Naciones Unidas ha recomendado invertir en fuentes de energía
alternativas que sean limpias, accesibles, asequibles, sostenibles y fiables. “Los recursos
aportados por el Sol, el viento, el agua, los residuos o el mismo calor de la Tierra, que se
encuentran en abundancia en nuestro entorno, son renovados por la propia naturaleza y emiten
pocos (o ningún) contaminantes”, dice un informe del organismo.
En ese sentido, Colombia ha puesto sobre la mesa el aprovechamiento eficiente y sostenible de
la biomasa para la generación de productos, procesos y servicios como la bioenergía. La biomasa
puede provenir de residuos agrícolas (rastrojos, malezas, cáscaras, huesoso de frutas),
forestales (residuos de poda, bagazos, pellets, serrín), agroalimentarios (aguas de vegetación,
residuos de la industria ganadera o de producción de alimentos) o residenciales (desechos
orgánicos).
De acuerdo con el documento “Bioeconomía para una Colombia potencia viva y diversa: hacia
una sociedad impulsada por el conocimiento”, publicado en 2020 por el gobierno nacional, solo
en biomasa residual vegetal, clasificada como una fuente no convencional de energía renovable,
Colombia tiene un potencial de generar más de 43 millones de toneladas al año.
Juan Miguel Vásquez, director Ejecutivo Nacional de la Federación Nacional de Industriales de la
Madera (FEDEMADERAS) destacó que los productos, subproductos y residuos procedentes de
bosque son una fuente valiosa para la energía eléctrica y térmica por sus características de
desarrollo y por la facilidad con que se ponen en combustión.
Por esta razón, el gremio incluyó la bioenergía dentro de sus objetivos e hizo un llamado a los
Ministerios de Agricultura y Minas y Energía para que se sumen a dicho propósito, después de

todo, según Vásquez, “la transición energética no es cuestión de ciertos sectores sino de la
sociedad completa”.
En la red sectorial forestal hay empresas que llevan casi una década buscando posibilidades para
desarrollar proyectos de generación de energía con biomasa forestal, las cuales además han
asesorado a otras en el mismo camino. Lejos de ser una factibilidad, hoy Colombia cuenta con
una planta de generación eléctrica a partir de biomasa forestal en Puerto Carreño (Vichada) que
genera 4,5 MW hora y se construyen dos plantas nuevas, la primera ubicada en el municipio de
Villanueva (Casanare) con una capacidad total instalada de 25 MW Neto lo que generará más de
200 GWh al año de energía verde y firme, lo que permitirá una reducción de emisiones de CO2
de más de 70 mil toneladas al año, y la segunda en el Valle del Cauca a partir de residuos de
corteza de eucalipto para generar 120 toneladas de vapor por hora y de esa manera sustituir
más de 200 mil Toneladas del CO2 generado al año por una parte de las calderas a base de
carbón y gas.
Estos proyectos de las compañías Refocosta y Smurfit Kappa, agremiadas a FEDEMADERAS, son
un claro ejemplo de cómo los proyectos empresariales generan externalidades positivas a los
entornos sociales y ambientales de nuestro país. “El desarrollo de la tecnología para la siembra,
cosecha y disposición de los residuos forestales para la generación de energía permite el
verdadero desarrollo de clústeres o cadenas de valor y se puede extender a todas las regiones
del país”, destacó el director Ejecutivo Nacional de FEDEMADERAS.
Lo cierto es que no estamos aprovechando completamente el potencial de los recursos naturales
renovables. La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por su sigla en inglés)
calcula que el 90 % de la electricidad mundial puede tener su origen en estas fuentes y además
asegura que debería hacerlo para el año 2050.
Los desafíos de la bioenergía en Colombia, identificados por el propio gobierno nacional, incluyen
acciones orientadas al mercado, como incentivos para la promoción, financiación e inversión en
biofactorías y biorefinerías, y como los encadenamientos y las exportaciones de bioproductos,
según el documento “Bioeconomía para una Colombia potencia viva y diversa: hacia una
sociedad impulsada por el conocimiento”.
Para ello, de acuerdo con el texto citado, es necesario definir un marco regulatorio y jurídico
para los bioproductos, la bioenergía, las biofactorías y las biorefinería, pero también
implementar un régimen especial jurídico en las refinerías. Con ello será posible firmar un pacto
para la producción y los negocios sostenibles.
FEDEMADERAS ha mostrado interés en hacer parte de este pacto por los múltiples beneficios
que traería la generación de energía por medio de biomasa forestal. Por un lado, muchas de las
fuentes alternativas son intermitentes a la hora de entregar energía, es decir, no están en
capacidad de cubrir una demanda permanente de 24 horas al día. Sin embargo, las empresas de
este renglón están en capacidad de incorporarse en una verdadera matriz energética renovable
como un actor de peso.

Por otro lado, la tecnología que usan para generar energía se considera carbono neutro debido a
que las pocas emisiones que tiene provienen precisamente de un carbono que fue capturado por
los árboles. Finalmente, ofrece los mismos de la reforestación: el uso de suelos pobres en
fertilidad, la generación de corredores biológicos etc.
Por todo esto, la red sectorial forestal está en capacidad de sustituir la generación de centrales
de energía como las de que funcionan con carbón mineral, gas o combustibles líquidos, logrando
de esta manera el concepto de desplazamiento de tecnologías contaminantes.
El horizonte proyectado por la Misión para 2050 prevé que en Colombia haya una apropiación
masiva de la bioeconomía en todos los sectores, lo que se traduciría en indicadores económicos
más favorables para todo el país por cuenta de esta actividad.

Foto: Valorem


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