LA LEY DE ÁREAS DE VIDA ESTABLECE LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA COMO OBLIGACIÓN LEGAL PARA LAS EMPRESAS
Written by Jose de Jesus Prieto on 18/12/2025
● Las medianas y grandes empresas tienen una hoja de ruta clara para diseñar, presentar y
ejecutar su Programa de Siembra bajo la Ley “Áreas de Vida” y su reglamentación.
● La norma obliga a medianas y grandes empresas a formular, presentar y ejecutar un Programa de
Siembra anual, como mínimo dos (2) árboles por cada empleado tomando como referencia la
nómina a 31 de diciembre del año anterior.
● Terrasos pone a disposición experiencia de más de 10 años, que permite a las empresas cumplir
de forma efectiva y estructurada con la nueva obligación legal de siembra anual de árboles
nativos.
● La nueva reglamentación pone a las empresas no solo cumpliendo la ley, sino que integran la
restauración ecológica en su estrategia, accediendo a certificaciones que fortalecen su reputación
ambiental.
Bogotá, D.C., diciembre de 2025. A partir de la Resolución 1491 de 2025, las medianas y grandes
empresas en Colombia están obligadas a sembrar, como mínimo, dos árboles por cada empleado
cada año. Terrasos explica, paso a paso, cómo diseñar y ejecutar estos Programas de Siembra bajo
la “Ley de Áreas de Vida.”
El contexto de la normativa ambiental surge en el Congreso de la República de Colombia, donde
se aprobó en el 2021 la Ley 2173 de 2021, conocida como la Ley de "Áreas de Vida", con el
propósito de promover la restauración y conservación ecológica del territorio, invitando a la
población a participar activamente en estos procesos. Recientemente, el Ministerio de Ambiente
y Desarrollo Sostenible (MADS) expidió la Resolución 1491 de 2025, que reglamenta la Ley 2173
de 2021. Esta resolución establece los criterios y herramientas para la identificación, delimitación
y consolidación de las Áreas de Vida, y, de manera concreta, obliga a las medianas y grandes
empresas en Colombia a desarrollar anualmente un programa de siembra de árboles nativos.
“Con esta reglamentación, la siembra de árboles deja de ser un gesto simbólico y se convierte en
un deber legal para miles de empresas. Nuestra propuesta busca que ese deber se traduzca en
restauración ecológica bien diseñada, y no solo en actividades aisladas sin seguimiento”, explicó
Mariana Sarmiento Aparicio, CEO de Terrasos.
Una herramienta para la acción concreta
La nueva normatividad es presentada como una guía que desglosa el proceso práctico de gestión,
ofreciendo una hoja de ruta clara que abarca desde la identificación de las Áreas de Vida hasta la
ejecución, mantenimiento y certificación de los programas de siembra obligatorios.
"El objetivo de esta nueva reglamentación es facilitar la implementación efectiva de esta
importante ley, que convoca a todos los actores de la sociedad a participar en la recuperación de
nuestros ecosistemas. Para las empresas, esto representa una oportunidad de alinear sus
estrategias de sostenibilidad con una obligación legal concreta y de alto impacto ambiental
positivo", señaló Sarmiento.
Puntos clave para el sector empresarial
La normatividad destaca aspectos cruciales que las empresas deben conocer y gestionar:
1. Obligatoriedad para medianas y grandes empresas: Deben formular, presentar y ejecutar
un Programa de Siembra anual, sembrando como mínimo dos (2) árboles por cada
empleado. El cálculo del personal excluye contratistas, temporales y aprendices, tomando
como referencia la nómina a 31 de diciembre del año anterior.
2. Áreas de Vida como escenario: Las siembras deben realizarse en las Áreas de Vida
identificadas y delimitadas por las autoridades municipales o distritales, las cuales serán
publicadas en sus portales web y en la plataforma de Datos Abiertos del Sector Ambiental.
Es importante resaltar que no es obligatorio sembrar en el municipio de domicilio u
operación de la empresa; pueden elegir cualquier Área de Vida a nivel nacional.
3. Especies nativas y mantenimiento: Es obligatorio sembrar especies nativas, priorizando
aquellas amenazadas según la Lista Roja nacional. Las empresas deben asumir
el mantenimiento de los árboles durante los primeros dos (2) años, con una frecuencia
mínima de cada tres meses en el primer año.
4. Certificación y beneficios: Las empresas que cumplan reciben el Certificado "Siembra
Vida Empresarial", que evidencia su compromiso. Los ciudadanos participantes obtienen
el Certificado "Siembra Vida Buen Ciudadano", válido por un año y que otorga beneficios
como descuentos en trámites documentales y servicios públicos.
5. Proceso paso a paso: La guía incluye un flujograma detallado con los pasos a seguir:
consulta de Áreas de Vida disponibles, comunicación formal a la autoridad, elaboración y
presentación del Programa de Siembra para su aprobación, ejecución de las jornadas,
presentación del informe de cumplimiento y finalmente, la solicitud del certificado.
El documento también aclara, que la obligación no es transferible mediante pago a un tercero, que
es posible realizar las siembras en asociación con otras empresas, y que se puede contratar a un
operador especializado para la ejecución. Asimismo, señala aspectos que el MADS deberá precisar,
como el plazo formal para presentar el programa de siembra y la naturaleza permanente o anual
de la obligación.
Un llamado a la implementación responsable
"Invitamos a todas las empresas obligadas y a aquellos voluntarios interesados a consultar esta
nueva normatividad como primer paso fundamental. En Terrasos estamos listos para acompañar el
proceso de planificación, gestión y ejecución de estos programas de restauración, contribuyendo a
un legado verde para Colombia", concluyó Marina Sarmiento.
La nueva resolución recomienda a las empresas iniciar de inmediato la verificación del estado de
las “Áreas de Vida” en sus municipios de interés, contactar a las autoridades ambientales para
conocer los lineamientos técnicos específicos y proyectar el número de árboles a sembrar y el
presupuesto asociado. La normatividad sirve como un puente entre la norma y la acción en
campo, promoviendo no solo el cumplimiento legal, sino la generación de beneficios tangibles
para la biodiversidad y la conectividad ecológica del país.