¿Y si la tecnología fuera un colaborador de tu equipo?
Escrito por Jose de Jesus Prieto on 15/11/2024
Marcelo Eduardo Cosentino, vicepresidente de Negocios por Segmentos de TOTVS
En el mundo empresarial actual, a menudo vemos que la tecnología se trata como un activo más.
Algo que a menudo se compra a un precio elevado con la promesa de transformar las empresas y
aumentar la productividad y la rentabilidad. Sin embargo, muchas organizaciones no se dan cuenta
de que, al igual que un alto ejecutivo en un rol estratégico, la tecnología también merece atención
continua para cumplir efectivamente su rol previsto.
Esta analogía la hizo la consultora de tecnología Nadjia Yousif en su TED “Por qué deberíamos tratar
a la tecnología como a un compañero de trabajo” y es muy pertinente. Imagínese contratar a un
ejecutivo de renombre, pagarle un salario extraordinario y luego ignorar sus recomendaciones y
dejarlo al margen. Aunque no tenga ningún sentido, eso es exactamente lo que sucede en muchas
organizaciones. No entienden que la alta inversión en TI es sólo el primer paso y que, para que se
traduzca en beneficios reales, es necesario tratar la tecnología con la misma consideración que se le
daría a un ejecutivo de prestigio. Es necesario integrarla al grupo.
¿Imaginas incluirla en el organigrama de tu empresa? Al principio puede parecer gracioso, pero poder
visualizar claramente qué tecnologías están asociadas a qué funciones y líderes, puede resultar muy
beneficioso. Dicho ejercicio puede ayudar a responder preguntas importantes: ¿la tecnología se
asigna de manera eficiente? ¿Quién lidera su implementación y gestión? ¿Existe un equilibrio
adecuado entre las herramientas utilizadas y las personas responsables de ellas? Este tipo de análisis
puede conducir a ajustes que mejoren la interacción y la eficacia de las soluciones existentes de una
empresa.
Tratar la tecnología como un colaborador significa ir más allá de la simple adquisición e
implementación. Así como programamos sesiones de retroalimentación con los empleados,
deberíamos hacer lo mismo con la tecnología. Esto implica momentos regulares de revisión, análisis
del desempeño y discusión de posibles mejoras. Este “café” con la tecnología no es sólo una
oportunidad para resolver problemas, sino también para explorar nuevas posibilidades y asegurar que
sigue satisfaciendo las necesidades de la empresa.
Al adoptar este enfoque, optimizamos la inversión realizada y creamos un entorno en el que todos los
involucrados — proveedores, compradores, propietarios y usuarios — comparten la responsabilidad
conjunta del éxito del proyecto. Esta visión colaborativa e integrada es esencial para transformar la
aplicación tecnológica en un verdadero activo estratégico.
Entonces te dejo con la pregunta: ¿tu empresa está dando a la tecnología el valor que se merece? ¿O
lo dejas a un lado después de comprarlo? La respuesta puede determinar el éxito de tus inversiones
tecnológicas y, en consecuencia, el futuro de tu negocio.