Crónica del Congreso Iberoamericano de Emprendimiento en Medellín

Esta crónica se basa en el poder de los frijoles con chicharrón. En los sueños de ver un avión despegar. Esta crónica se inspira en la idea de que los sueños pueden cumplirse, en que las ilusiones pueden hacerse realidad, y que cuando los anhelos se concretan, se puede sanar una serie de desafíos.

En octubre, Medellín fue sede de un congreso impresionante, donde llegaron emprendedores de todo el hemisferio.

Con fe en hacer un mundo mejor. Con fe en construir algo nuevo, algo valioso. Con la esperanza de ser escuchados, de que sus ideas resonaran. Con fe en llevarse una gran experiencia. El emprendedor es una persona llena de determinación, que cree en sus sueños.

Y ahora viene lo importante. La presencia de una mujer imposible de ignorar. Fuerte, valiente, cuya sonrisa iluminaba todo el entorno. Mientras caminaba, todas las miradas se posaban en ella. Al hablar, todos la escuchaban. Era una mujer con una mente brillante, profundamente poderosa, acompañada por su hermana y su padre, en un equipo de trabajo espectacular. LAURA SUÁREZ  Fue una experiencia maratónica. Gritos de alegría, abrazos inmensos, felicidad y también inversión. Pero aquí, la inversión no se mide en dólares o euros. Se mide en ideas, en conexiones.

Este congreso ofreció la oportunidad de atraer inversionistas que escucharon a los emprendedores, buscando dar soluciones a muchas de las dudas que enfrentamos como emprendedores. Un espacio cercano, de apoyo mutuo, compartiendo experiencias hermosas. También descubrimos que aquí se disfrutan paletas de mango biche con sal, y que la gaseosa Premio sí existe.

Definitivamente, este evento es uno que esperamos que se replique una y otra vez, porque aquí nadie se va triste, nadie se va con las manos vacías.

Tuve la oportunidad de moderar un panel de comunicación, y tuve a tres mujeres fantásticas a mi lado. Eran mujeres poderosas, fuertes, capaces, con respuestas claras y precisas. Mujeres que saben comunicar. Mientras las escuchaba, pensaba: “¡Qué suerte tengo de estar aquí!”.

Este medio ha sido parte de este evento y ha depositado tanta fe en él. Para ustedes, que fueron testigos de esta noche, les digo: pongan atención a lo que viene de la mano de estas mujeres, porque el futuro está en sus manos. Y el futuro también está en nuestras manos.