La Encuesta Mensual de Alojamiento (EMA) del DANE registró nuevamente una caída en ocupación e ingresos de los Alojamientos Turísticos entre enero y mayo de 2024

Bogotá, 16 de julio de 2024 – La Encuesta Mensual de Alojamiento (EMA) del DANE continúa registrando caídas en los ingresos reales y en la ocupación hotelera. En el total nacional, entre enero y mayo de 2024, frente al mismo periodo de 2023, la variación anual de los ingresos reales fue de -6,1%. Igualmente, según la EMA, la ocupación hotelera nacional fue de 48,9%, lo que refleja una caída en -3,2 p.p. respecto al mismo periodo de 2022 y un -2,5 p.p. respecto a 2023. Se observan comportamientos negativos en 10 de 12 regiones del país.

De acuerdo con José Andrés Duarte, presidente ejecutivo de Cotelco, “Todavía no se observa la reactivación económica, los primeros cinco meses de 2024 muestran un balance negativo respecto a los mismos periodos de los dos años anteriores. El escenario es preocupante. Son señales que demuestran que no hay reactivación del consumo doméstico. A esto se suman los altos niveles de informalidad y de parahotelería que crecen a nivel nacional y que añaden presión a los establecimientos de alojamiento y hospedaje formales que ya están lidiando con menores ingresos y menores tasas de ocupación”.

Las regiones con mayor afectación respecto a 2022 son San Andrés y Providencia (-12,5 p.p.), los Santanderes (-8,4 p.p.), Antioquia (-6 p.p.), Cartagena (-4,7 p.p.) y la Región Central (-4,4 p.p.). Respecto a 2023 se observan las mayores caídas en los Llanos Orientales (-5,8 p.p.), Antioquia (-5,3 p.p.), la Región Central (-4,2 p.p.) y los Santanderes (-3,1 p.p.).

En el caso de los ingresos reales entre enero y mayo de 2024 se observan caídas importantes principalmente en los Llanos Orientales (-14,4%), Antioquia (-11,4%), Caribe (-7,3%), Cartagena (-7,2%) y Santanderes (-6,5%), superando incluso la caída nacional. Solamente se observa un leve crecimiento en San Andrés y Providencia, pero en concordancia con el indicador de ocupación, esto reflejaría que el año 2023 fue más crítico para el archipiélago que el presente año, y respecto a 2022, es uno de los destinos más afectados por el bajo consumo doméstico y la lenta implementación de nuevas rutas aéreas.