Las normas y prácticas de género impactan el desempeño de los negocios de las mujeres en la ciudad de Cali
Escrito por Jose de Jesus Prieto on 24/05/2024
● El trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, es aquel que se realiza en el hogar y se relaciona con
el mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas del hogar o la comunidad, y el
mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado.
● En el estudio ‘Cuidadoras y Proveedoras: caracterización de la incidencia del trabajo de cuidado no
remunerado en las personas emprendedoras en Santiago de Cali’, se buscó analizar la incidencia del
trabajo de cuidado no remunerado en la creación y desempeño de los emprendimientos en Cali,
encontrándose que la división sexual del trabajo condiciona todas las trayectorias productivas de las
mujeres emprendedoras en la ciudad.
● Esta investigación fue realizada este año entre la Fundación WWB Colombia y el proyecto Digna,
Trabajo y Género de la Universidad de los Andes. Para descargarla, pueden ingresar al siguiente enlace:
Santiago de Cali, mayo de 2024. En este mes de las madres, es importante destacar la relevancia que
tiene la economía del cuidado, ya que las mujeres son las cuidadoras por excelencia en la sociedad. A
nivel mundial, ellas dedican más tiempo que los hombres al trabajo de cuidado no remunerado.
Según la Organización Internacional del Trabajo (2019), las mujeres suelen dedicar diariamente entre
2 y 8 horas a estas labores, mientras que los hombres dedican máximo 4 horas.
En América Latina, el 19,6% del tiempo de las mujeres se ocupan en trabajo reproductivo no
remunerado, en contraste con el 7,3% de los hombres (CEPAL, 2022). En Colombia se mantiene esta
brecha, donde las mujeres dedican al día 7 horas y 44 minutos a cuidados, mientras los hombres
ocupan 3 horas y 6 minutos (DANE, 2022).
En respuesta a la realidad que viven las mujeres, recientemente se hizo la
socialización del estudio ‘Cuidadoras y Proveedoras: caracterización de la incidencia del trabajo de
cuidado no remunerado en las personas emprendedoras en Santiago de Cali’, el cual fue realizado este
año entre la Fundación WWB Colombia y el proyecto Digna, Trabajo y Género de la Universidad de los
Andes.
En la presentación del informe, se contó con la asistencia de la Comisión Legal para la Equidad de la
Mujer del Congreso de la República, USAID, ONU Mujeres, Universidad Nacional Abierta y a Distancia
(UNAD), Universidad de La Salle, Pontificia Universidad Javeriana y CoreWoman.
Este estudio ofrece un claro panorama para comprender los efectos que tiene el trabajo de cuidado
no remunerado en la creación y desempeño de los micronegocios en Cali, entendiendo que las
tensiones existentes entre las responsabilidades familiares y la generación de ingresos presentan
múltiples retos para las mujeres emprendedoras de la ciudad. De hecho, esto marca incluso la
creación de sus micronegocios, pues las personas con altas cargas de cuidado se ven obligadas a
emprender en edades tempranas, al interior de sus viviendas, con jornadas de trabajo (productivo y
de cuidado) más extensas, y menores ventas mensuales.
Soraya Husain, directora de Investigación de la Fundación WWB Colombia, afirmó que “las normas y
prácticas de género que socialmente han existido impactan el desempeño que tienen las mujeres en
sus negocios, ya que las condicionan para dedicarle más horas a su trabajo. Debido a sus
responsabilidades domésticas, esto se les dificulta, ya que tienen una alta carga de cuidado y una
doble jornada y presencia productiva, tanto en sus hogares como en sus negocios.
Uno de los datos que evidenciamos con este estudio es que la carga de cuidado es mayor para las
mujeres que no aportan nada de ingresos a los gastos del hogar (35,7 puntos porcentuales). Por el
contrario, para las mujeres que aportan todos sus ingresos a los gastos del hogar, esta carga se reduce
en casi diez puntos (24,3) aunque sigue siendo el doble que el aporte de los hombres”.
Asimismo, se encontró que las ventas de los negocios de las mujeres pueden presentar niveles más
bajos en comparación con los negocios de los hombres, debido al poco tiempo que ellas logran
dedicarles.
Para Natalia Ramírez, profesora Asociada de la Facultad de Derecho y Codirectora del proyecto Digna,
Trabajo y Género de la Universidad de los Andes, “este estudio desarrollado entre la Fundación WWB
Colombia y Digna, nos permite visibilizar la importante labor que hacemos desde ambas
organizaciones con perspectiva de género para seguir promoviendo la realización de este tipo de
investigaciones en el país, a través de las cuales, se pueden generar espacios de reflexión en torno al
género y la economía del cuidado, con el fin de comprender cómo estas variables tienen efectos en el
emprendimiento que ejercen las mujeres para así, llevar estos temas a la agenda pública”.
Las instituciones y entidades que hicieron parte de esta socialización concluyen que las mujeres
necesitan ser partícipes de espacios diferentes al hogar para crear redes, hacer contactos y
desarrollarse en otros contextos. Además, consideran que los sectores en los que se especializan las
mujeres con sus negocios, por flexibilidad para cumplir con las responsabilidades de cuidado, son
menos productivos y pequeños, debido a que actúan principalmente para
complementar los ingresos de sus parejas. Estos dos factores podrían afectar sus ingresos promedio y
explicar en parte las brechas observadas en el estudio, en comparación con los negocios manejados
por hombres.
Este estudio, se hizo con base en los datos obtenidos de la encuesta ‘Emprendimientos en Contextos
Vulnerables (EECV) en Cali’, realizada por la Fundación WWB Colombia en alianza con el Observatorio
para la Equidad de las Mujeres en 2022, hecha a personas mayores de 18 años con micronegocios
(negocios con menos de 10 personas empleadas) en la zona urbana de Cali; en donde se identificó
que el 57% de los negocios de las mujeres en Cali funcionan en sus viviendas, principalmente para
estar pendiente de las tareas del hogar y del cuidado de personas (52%). Las mayores cargas de
cuidado se reflejan en edades más tempranas (menores de 29 años) al emprender y en la elección por
iniciar sus negocios en sus viviendas.
En Colombia, existen aproximadamente 5 millones de estos emprendimientos, caracterizados por
operar en la informalidad, tener ingresos reducidos y variables, tamaños pequeños (menos de 10
empleados) y estructuras productivas y financieras combinadas con las relaciones familiares y del
hogar (DANE, 2023). Cabe aclarar que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, es aquel que
se realiza “en el hogar, relacionado con el mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras
personas del hogar o la comunidad, y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado” (Ley
1413, 2010; Artículo 2°).
En cualquier momento de las vidas de las mujeres, la carga de trabajo de cuidado no remunerado de
ellas dobla la de los hombres. En términos generales, y de acuerdo con el estudio, estas brechas se
incrementan para las mujeres afrocolombianas o negras y para aquellas entre los 18 y 39 años.
Como recomendaciones del estudio:
Es necesario contribuir a la autonomía económica de las mujeres, ya que esta es fundamental
para la toma de decisiones. Apostar por la generación de estrategias que faciliten la re-
negociación espacial del cuidado en los emprendimientos a través de alianzas público-privadas
que subsidien valores de arriendos y servicios, con el fin de impulsar dinámicas comerciales
locales que promuevan el traslado de los negocios de las mujeres desde sus viviendas a
espacios barriales cercanos. Para esto, pueden crearse articulaciones con las Redes Regionales
de Emprendimiento a nivel nacional.
Las dobles jornadas y doble presencia que tienen las mujeres emprendedoras afectan las
posibilidades para su crecimiento económico, por lo que sería positivo tener ofertas de
cuidado privadas y públicas que brinden servicios de atención y cuidado de niños y niñas
enfocados a mujeres con micronegocios. Estos sistemas de cuidado del país pueden articularse
con las instituciones educativas y sus jornadas, con el objetivo de que las mujeres puedan
extender las horas dedicadas a sus negocios o tener una mayor flexibilidad para realizar en
ellos actividades específicas que sean necesarias.
Las mujeres deciden emprender, ya que son segregadas del mercado
laboral por su maternidad y la sobrecarga de trabajo de cuidado no remunerado que esto
conlleva. Por lo anterior, es importante enfocar estrategias que promuevan la continuidad y
empleabilidad de las mujeres durante y después del embarazo para fortalecer su autonomía y
protección económica en el presente y futuro. Es así como pueden generarse alianzas de
forma directa con el sector privado con medidas que contemplen flexibilidad en los horarios
de trabajo, modalidades remotas o híbridas, o programas de capacitación para desarrollar
otras habilidades que faciliten su ingreso al mercado laboral, pudiéndose articular también con
programas que apoyen la creación y fortalecimiento de emprendimientos de mujeres jóvenes
(por debajo de 39 años).
Las posibilidades de que la población emprendedora en la vejez esté protegida se ven
comprometidas, especialmente en las mujeres, por lo que sus condiciones de vulnerabilidad se
incrementan al tener una avanzada edad. Es así como deben fortalecerse alternativas al
esquema pensional contributivo para que la población emprendedora con menores ingresos
pueda acceder a una pensión de acuerdo con el tiempo dedicado y la cantidad de personas a
su cargo, entre otros.
De acuerdo con el estudio desarrollado entre la Fundación WWB Colombia y el proyecto Digna,
Trabajo y Género de la Universidad de los Andes, este tipo de negocios les da la oportunidad a las
mujeres de combinar sus obligaciones familiares con la generación de ingresos. Es así como las
diferencias que se tienen entre mujeres y hombres demandan mayores ejercicios futuros de
investigación, donde se puedan profundizar las características interseccionales del cuidado en la
población emprendedora del país.
De esta manera, la Fundación WWB Colombia, tiene como propósito generar, difundir y apropiar
conocimiento a través del diseño de iniciativas, proyectos y alianzas estratégicas para contribuir a la
reducción de las desigualdades que afectan negativamente a las mujeres.
Para descargar el estudio completo, pueden ingresar al siguiente enlace:
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Sobre la Fundación WWB Colombia
La Fundación WWB Colombia es una institución independiente y autónoma que trabaja para cerrar las brechas de desigualdad para las
mujeres y promover su participación en el desarrollo económico, a través de sus tres pilares estratégicos: Personas, Conocimiento y
Negocio. Mediante su pilar Personas, la Fundación se enfoca principalmente en las mujeres con el propósito de impulsar su autonomía
personal, empresarial y económica, promoviendo la formación de mujeres y hombres líderes a partir del desarrollo del ser. Desde el pilar
Conocimiento busca identificar e incidir en la disminución de las brechas de desigualdad que afectan a las mujeres, la Fundación WWB
Colombia fomenta la generación, difusión y apropiación de conocimiento, a partir de procesos de investigación
y analítica, propios y con aliados como universidades, centros de pensamiento y organizaciones del tercer sector. Y, desde el pilar
Negocios, bajo los Principios de Inversión Responsable (PRI), realiza inversiones que impulsan la equidad de género al interior de las
organizaciones, por medio de este pilar se busca fortalecer negocios que ofrezcan productos o servicios para las mujeres, así como invertir
en emprendimientos que sean liderados por mujeres o que estimulen la participación de ellas en alguna parte de la cadena de valor. La
Fundación contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el fin de la pobreza (ODS #1), educación
de calidad (ODS #4), igualdad de género y empoderamiento de las mujeres (ODS # 5), Trabajo decente y crecimiento económico sostenido
(ODS #8), lo relacionado con la reducción de la desigualdad dentro y entre los países (ODS #10) y alianzas para lograr los objetivos (ODS
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