La estimulación cerebral profunda ofrece esperanza a pacientes con Parkinson
Escrito por Jose de Jesus Prieto on 24/04/2024
● Más de 8 millones de personas en el mundo padecen de Parkinson, según datos
de la Organización Mundial de la Salud.++
● Actualmente no existe cura para el Parkinson, pero por fin están apareciendo
tratamientos para controlar los síntomas.
Abril 2024.- La estimulación cerebral profunda (ECP), es uno de los tratamientos de
segunda línea más utilizados en pacientes con Parkinson, mediante el cual un
dispositivo envía impulsos eléctricos a áreas específicas del cerebro, reduciendo los
síntomas motores y el uso de medicamentos, además de mejorar la calidad de vida.
Según la Organización Mundial de la Salud más de 8 millones de personas han sido
diagnosticadas con Parkinson, una enfermedad neurológica crónica y progresiva que
afecta el movimiento corporal e inicia cuando las células cerebrales productoras de
dopamina comienzan a morir. La dopamina es un mensajero químico que ayuda a
controlar movimiento.
La doctora Tarannum Khan, neuróloga de Cleveland Clinic Florida, comentó que
actualmente no existe cura para el Parkinson, pero existen tratamientos para controlar
los síntomas. Estos incluyen terapia de reemplazo de dopamina y la terapia física,
además de cambios en el estilo de vida. En algunos casos, la cirugía también puede
ser una alternativa para ayudar a controlar los indicios.
La especialista de Cleveland Clinic explicó que los tratamientos de segunda línea para
la enfermedad de Parkinson, como la estimulación cerebral profunda (ECP), se utilizan
cuando los medicamentos administrados en la etapa inicial, como la levodopa o los
agonistas de la dopamina, ya no son efectivos o están causando efectos secundarios.
Como uno de los tratamientos de segunda línea más utilizados, la estimulación cerebral
profunda puede mejorar en forma efectiva los síntomas motores y la calidad de vida
para muchos pacientes; se basa en el uso de un dispositivo que envía impulsos
eléctricos a las áreas específicas del cerebro.
“El dispositivo se implanta debajo de la piel, cerca de la clavícula y se conecta a los
electrodos introducidos en el cerebro. Los impulsos eléctricos pueden ayudar a regular
la actividad cerebral anormal que es la causa de los temblores, rigidez y otras señales
motoras relacionadas con el Parkinson”, dijo la doctora Kahn.
La principal diferencia entre la estimulación cerebral profunda y los otros tratamientos
para el Parkinson es que este procedimiento se dirige a las áreas específicas del
cerebro que son responsables de las manifestaciones motoras de la enfermedad. Otros
tratamientos, como los medicamentos, funcionan aumentando los niveles de dopamina
en todo el cerebro, lo que puede provocar efectos secundarios.
La ECP, según señala la neuróloga, puede ser más precisa y eficiente para controlar
los síntomas sin que aparezcan reacciones adversas relacionadas con los
medicamentos. Además, es un tratamiento reversible que, si no funciona o si surgen
reacciones, la estimulación se puede desactivar o ajustarse. Mientras que otros
tratamientos, como la cirugía, podrían no ser reversibles.
Para recibir la estimulación cerebral profunda en Cleveland Clinic, la doctora detalla
que los pacientes con Parkinson deben presentar señales de que los medicamentos no
controlan la enfermedad de forma adecuada, ausencia de deterioro cognitivo o
demencia y no tener problemas psiquiátricos o psicológicos críticos, ni condiciones
médicas que hagan insegura la realización de una cirugía. Además, la voluntad
expresa de someterse a la intervención quirúrgica y de participar en el programa de
gestión postoperatoria.