Los datacenters podrían generar USD 1.160 millones a la economía colombiana en 2030
Written by Jose de Jesus Prieto on 31/12/2025
El mercado colombiano de datacenters podría triplicarse y alcanzar USD
1.160 millones en 2030, impulsando sectores como banca, comercio
electrónico, salud y manufactura.
Entre 2024 y 2030, esta infraestructura aportaría hasta USD 42.121 millones
al PIB, elevaría los salarios en 0,9 % y reduciría el desempleo en 0,4 %,
según el BID.
Colombia está entrando en una etapa decisiva para consolidar su infraestructura
digital. En una región donde Brasil y México lideran la atracción de inversión
tecnológica —con 196 y 173 datacenters respectivamente— el país avanza con 42
instalaciones operativas o en construcción y un mercado que podría pasar de USD
442 millones a USD 1.160 millones en 2030, según Arizton Advisory & Intelligence.
La competencia ya no se limita a quién tiene más centros de datos, sino a quién
logra convertir esta infraestructura en un motor económico real.
El crecimiento de los datacenters en Colombia está impulsado por sectores que hoy
dependen de operaciones digitales críticas: comercio electrónico, banca, salud,
manufactura, logística y servicios públicos. Todos ellos necesitan procesar datos
con baja latencia, garantizar continuidad operativa y adoptar tecnologías como
inteligencia artificial, automatización y ciberseguridad. Los 42 centros identificados
por Datacenters Map reflejan un ecosistema que comienza a sofisticarse y a elevar
sus estándares técnicos.
La urgencia se refleja también en las tendencias globales. Un análisis de McKinsey
estima que hacia 2030 el mundo necesitará USD 6,7 billones para ampliar y
modernizar datacenters, impulsados en un 70 % por cargas de inteligencia artificial.
Esta demanda sin precedentes convierte a los datacenters en infraestructura
estratégica y obliga a Colombia a avanzar.
Los beneficios se reflejan también en indicadores macroeconómicos. Según el
estudio El impacto socioeconómico de la infraestructura de datos en Colombia del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre 2024 y 2030, la infraestructura de
datos podría aportar entre USD 6.236 millones y USD 42.121 millones al PIB
nacional, aumentar los salarios en 0,9 % y reducir el desempleo en 0,4 %. No es
solo tecnología: es productividad, ingresos y competitividad.
Las empresas que operan infraestructura crítica ya ven este impacto. “Los
datacenters se están convirtiendo en un motor económico tan relevante como la
infraestructura vial o energética. Atraen inversión, elevan la competitividad y
permiten que regiones enteras ganen productividad y conectividad”, afirma Luis
Gabriel Castellanos, Country Manager de IFX. Su análisis señala que cada nueva
instalación genera las condiciones para que industrias digitales y tradicionales
operen con mayor eficiencia.
Asimismo, el impacto económico es amplio ya que la construcción de un datacenter
activa sectores como ingeniería, obras civiles, climatización, seguridad, energía y
servicios profesionales, y su operación genera empleo especializado en nube,
redes, automatización, ciberseguridad y mantenimiento crítico. Este efecto
multiplicador se extiende a proveedores regionales, cadenas de suministro y
servicios complementarios.
Para los ciudadanos, el impacto también es directo. Los datacenters locales reducen
la latencia, mejoran tiempos de carga y fortalecen servicios esenciales como banca
digital, pagos, telemedicina, videollamadas, comercio electrónico, educación virtual y
plataformas gubernamentales. “Un datacenter local disminuye la latencia, reduce
fallas y mejora el desempeño de procesos en sectores como financiero, salud o
comercio”, explica Andrés Felipe Ramírez, gerente regional de ingeniería de red y
voz en IFX.