Colombia abre el diálogo por una gobernanza responsable del agua hacia principios para la transparencia, equidad y sostenibilidad
Written by Jose de Jesus Prieto on 31/12/2025
- En 2024 Colombia reportó que el 56% de municipios contó con agua apta en cabeceras, pero solo 9,7% en zonas rurales. Establecer principios para la gobernanza hídrica es clave en el cierre de brechas.
- Sin agua no hay campo ni ciudades: la agricultura concentra 72% de las extracciones de agua dulce. Estos principios buscan equilibrar producción, ecosistemas y consumo humano con reglas y transparencia.
- Informes mundiales señalan que en 2024 2,1 mil millones carecían de agua segura y 3,4 mil millones de saneamiento.
Bogotá, D. C., 29 de diciembre de 2025._ Cada mañana, el agua aparece en gestos simples: el vaso al despertar, el café, el baño, el lavado de manos, la olla en la estufa. Pero detrás de esa rutina hay preguntas que definen bienestar, salud, producción de alimentos y convivencia: ¿quién puede usar el agua, para qué, en qué condiciones y con qué mecanismos de rendición de cuentas? En 2025, Colombia avanzó en esa conversación a través de un ciclo de diálogos multiactor que aportaron insumos a los Principios para la Gobernanza Responsable de la Tenencia del Agua, impulsados en el marco del proyecto ScaleWat: Agua, Vida y Gobernanza.
“Gobernanza y tenencia del agua es tener reglas claras y decisiones justas: quién accede, para qué y bajo qué condiciones. Estos principios buscan llevarlo a acciones verificables, especialmente donde el clima intensifica riesgos”, afirma Benjamin Kiersch, Especialista senior en Recursos Hídricos de la FAO y coordinador global de ScaleWat.
Además de sostener la vida cotidiana, el agua es la base de la producción agropecuaria, la pesca y múltiples actividades; define rendimientos, estabilidad de ingresos rurales y disponibilidad de alimentos. Sin riego, procesamiento y saneamiento, se afecta la disponibilidad y el precio de los alimentos. UN‑Water estima que la agricultura representa alrededor del 72% de las extracciones mundiales de agua dulce, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierten que la producción agrícola debería aumentar cerca de 50% hacia 2050, presionando aún más el recurso, que, sin reglas claras, datos y acuerdos puede profundizar inequidades y conflictos por el agua.
ScaleWat, una iniciativa liderada por la FAO, con apoyo del Gobierno de Alemania, en alianza con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, acompaña este proceso para fortalecer la gobernanza responsable del acceso y uso del agua.
Un debate urgente: del mundo a Colombia
La urgencia es global. Según el Programa Conjunto de Monitoreo de la OMS/UNICEF, en 2024 cerca de 2,1 mil millones de personas aún carecían de servicios de agua potable gestionados de forma segura, y 3,4 mil millones no contaban con saneamiento gestionado de forma segura, profundizando desigualdades y riesgos sanitarios.
Y la presión crece. En el informe de la FAO sobre Repercusiones de los desastres en la agricultura y la seguridad alimentaria, se advierte que los desastres asociados al clima -incluidas sequías prolongadas e inundaciones- son cada vez más frecuentes y más intensos. Se señala que alrededor de 4.000 millones de personas experimentan escasez severa de agua al menos un mes al año, una realidad que compromete salud, bienestar y productividad.
En América Latina y el Caribe, aunque existen avances, persisten brechas profundas. De acuerdo con el programa de OPS/UNICEF, aproximadamente tres de cada cuatro personas cuentan con agua potable gestionada de manera segura, mientras que el saneamiento seguro sigue rezagado, con alrededor de una de cada tres personas con acceso a este servicio.
En Colombia, el reto va más allá de la cobertura, abarca también temas como la calidad, continuidad y la desigualdad territorial. De acuerdo con el programa “Agua es Vida” del Ministerio de Igualdad y Equidad, con base en la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) 2022 del DANE, el 89% de los hogares reportaba acceso a acueducto.
Sin embargo, la diferencia urbano-rural es marcada. El Informe Nacional de Monitoreo a los Recursos del SGP‑APSB de 2024 del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio -con datos del Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano (IRCA) reportados por el Instituto Nacional de Salud- muestra que solo el 56% de los municipios suministra agua apta para consumo humano en zonas urbanas y apenas el 9,7% lo logra en zonas rurales.
Cuatro diálogos, un mismo objetivo: principios aplicables en la práctica
Durante 2025, ScaleWat recogió aportes desde cuatro espacios complementarios -diálogo nacional, sector privado, academia y entidades del Consejo Nacional del Agua- para fortalecer el “borrador cero” de los Principios de Gobernanza Responsable de la Tenencia del Agua. En conjunto, las discusiones coincidieron en la necesidad de convertir la gobernanza en decisiones verificables: más transparencia y datos, mayor equidad territorial, participación efectiva, coordinación institucional y respuestas adaptativas ante el cambio climático.
“En Colombia, los diálogos mostraron un consenso: sin datos abiertos, coordinación y participación real, la gobernanza no se vuelve mejoras concretas. Estos principios apuntan a reducir brechas urbano-rurales y prevenir conflictos”, expresó María Alejandra Chaux, Especialista senior de Recursos Naturales y Gobernanza de la FAO y coordinadora de ScaleWat en Colombia.
Diálogo nacional: acceso equitativo, ecosistemas y participación. Este espacio consolidó prioridades para una gobernanza responsable del acceso y uso del agua, con énfasis en reconocer arreglos consuetudinarios de pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes, facilitar condiciones para prestadores comunitarios y asegurar balances hídricos transparentes que integren aguas superficiales y subterráneas. También resaltó la protección de ecosistemas (caudales ecológicos, nacimientos y zonas de recarga) y la necesidad de mecanismos claros de participación y transformación de conflictos.
Sector privado: corresponsabilidad y eficiencia hídrica basada en evidencia. Las empresas y gremios destacaron que la implementación de principios requiere gestión del riesgo y decisiones sustentadas en información técnica, incluyendo modelación hidrológica, escenarios de cambio climático y medidas de adaptación. El diálogo reforzó la corresponsabilidad y la articulación público-privada para anticipar impactos, mejorar eficiencia en el uso del agua y orientar inversiones y prácticas productivas compatibles con la sostenibilidad.
Academia: datos abiertos, equidad y gobernanza multinivel. Desde la evidencia académica, se insistió en fortalecer datos abiertos, monitoreo y acceso público a información sobre cantidad, calidad, asignaciones y vertimientos, para hacer más trazables las decisiones y el control ciudadano e institucional. Además, se propuso enfatizar que el agua debe ser priorizada para el sostenimiento de la vida humana y los ecosistemas, sobre otro tipo de usos, visibilizar la relación urbano rural para la conservación del agua y reglas para una gobernanza adaptativa ante la variabilidad climática.
Consejo Nacional del Agua: coherencia con política del agua, ordenamiento y derechos. Las entidades del CNA subrayaron que los principios deben conectarse con la actualización de la política del agua, la planificación del desarrollo y el ordenamiento territorial, de modo que no se queden en lo conceptual. Se priorizó traducir el derecho humano al agua en criterios verificables (calidad, continuidad, asequibilidad), reconocer la continuidad rural-urbana, fortalecer la gestión de conflictos por uso y reflejar la diversidad de ecosistemas hídricos del país, incluidos los costeros y marinos.
De Colombia al diálogo regional y mundial
Los aportes recogidos en los diálogos realizados en Colombia durante 2025 se integran al borrador de los Principios de Gobernanza Responsable de la Tenencia del Agua. La expectativa es que estos aprendizajes alimenten el Diálogo Global sobre la Tenencia del Agua, previsto para 2026, y contribuyan a decisiones más equitativas, transparentes y sostenibles.
En esa ruta, la FAO y el proyecto ScaleWat también impulsaron prediálogos regionales en América Latina y el Caribe, con seminarios virtuales durante septiembre de 2025 para recoger visiones de gobiernos, academia, sociedad civil y sector privado, y un encuentro de Expertos en Roma (en mayo de este año) que reunió a especialistas de múltiples países para afinar conceptos, alcances y mecanismos de implementación.
Colombia también tuvo presencia en espacios regionales como la Semana Regional del Agua de América Latina y el Caribe de la CEPAL, donde se discutió cómo traducir estos principios en compromisos y políticas. El proceso dialoga, además, con la agenda global hacia la Conferencia de las Naciones Unidas por el Agua 2026, que se realizará del 2 al 4 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos, copresidida con Senegal.
Finalmente, el proceso responde a un mandato institucional: el Comité de Agricultura de la FAO (COAG) llamó a avanzar en un diálogo mundial sobre la tenencia del agua para los sistemas agroalimentarios y la seguridad alimentaria, integrando enfoques de derechos, inclusión, sostenibilidad ambiental y resiliencia climática.