En 2026 y 2027, el consumo impulsará el PIB y la inversión tomará el relevo

Written by on 03/12/2025

BBVA Research proyecta crecimiento local de 2,8% en 2026 y 2027

En su más reciente informe, “Colombia 2026-2027: entre la cautela y el impulso”, BBVA
Research anticipa un escenario global de aterrizaje suave, con inflación a la baja y bancos
centrales prudentes. Para Colombia, el consumo seguirá impulsando el PIB, si bien en 2026 y
2027, la inversión (con obras civiles al frente y una vivienda en recuperación) tomará el relevo
del crecimiento. En ese marco, el Banco de la República mantendrá las tasas estables por más
tiempo, mientras la inflación bajará de forma gradual.

En el frente externo, la economía mundial avanza mejor de lo previsto, aunque en un entorno
aún volátil. El informe proyecta un crecimiento global ligeramente superior al 3% entre 2025 y
2027, por encima de las estimaciones anteriores, pero algo por debajo del promedio de las
últimas dos décadas. Por bloques, Estados Unidos se mantendría cerca del 2%, la Eurozona
rondaría algo por encima del 1%, y China transitaría una desaceleración ordenada desde 5%
en 2025 hacia 4% en 2027.
En cuanto a la inflación, Alejandro Reyes, economista de BBVA Research, explica que “las
perspectivas de inflación se mantienen, en general, sin cambios. En EEUU, los aranceles y
otros factores mantendrán la inflación cerca del 3%, lo que limitará el margen de la Fed para
seguir bajando los tipos. En la Eurozona, la inflación se mantendrá en torno al 2%”.
Economía colombiana liderada por el consumo pero a la espera de la inversión
Las perspectivas macroeconómicas para Colombia indican que la demanda interna será la
principal explicación del crecimiento. El PIB se proyecta en un crecimiento del 2,7% para 2025
y se acelerará levemente a 2,8% en 2026 y 2027.
El consumo privado liderará el crecimiento en 2025, aunque se espera que ceda gradualmente
el liderazgo a la inversión fija, que repuntará al 4,9% en 2026 y 2027. Además, el gasto público
también añade impulso al crecimiento proyectándose en 6,9% en 2025 y 4,3% en 2026.
“La mayor actividad de la construcción será clave para que la inversión retome fuerza; vemos a
las obras civiles liderando en 2026 y una vivienda que se recupera de forma gradual conforme
mejora el ingreso de los hogares”, explicó Mauricio Hernández-Monsalve, economista de BBVA
Research.

 

Según el informe, el empuje vendrá por la aceleración de proyectos regionales y locales
(túneles, troncales, puertos, sistemas de metro y generación) y por un repunte paulatino de las
edificaciones no residenciales donde los inventarios ya son bajos. “La inversión cambia de
velocidad a partir de 2026: primero por obras civiles y, con rezago, por edificaciones; ese giro
es el que permite sostener un mayor crecimiento de la inversión”, añadió.
“La mayor actividad de la construcción será clave para que la inversión retome la tracción. En
el consumo, el gasto en durables, tradicionalmente cíclico, se mantendrá fuerte a 2026,
impulsando el gasto total”, explicó Mauricio Hernández, economista de BBVA Research.
El consumo mantendrá buen dinamismo en 2026 y 2027, favorecido por un entorno financiero
positivo para los hogares: retorno real positivo del ahorro, valorización de activos y apreciación
del peso, que abarata importados y mejora la capacidad de pago en rubros sensibles a precios
externos. Aun así, el mayor ingreso disponible de 2025 no se trasladó plenamente al ahorro,
que se mantiene por debajo de los niveles de la década pasada.
Además, se está presentando una situación financiera en la que los hogares tienen un impulso
positivo de: retorno real del ahorro, valoración accionaria y apreciación del peso colombiano.
Este último, además, mejora la capacidad de pago por productos importados. Sin embargo, el
mayor ingreso disponible de los hogares no se transmitió con la misma intensidad al ahorro.
De cara a los próximos dos años, el informe prevé que una porción mayor del ingreso se
destine a vivienda, a medida que el consumo total se modera y se liberan recursos en los
presupuestos de los hogares. “Con un servicio de deuda más liviano y una relación
deuda/ingreso en descenso desde 2021, los hogares recuperan margen para que consumo e
inversión avancen a la par”, afirmó.
Inflación y tasas de interés: el dilema
Según las proyecciones, la inflación cederá de manera gradual hasta 5,2% en diciembre de
2025, 4,5% en diciembre de 2026 y 3,8% en diciembre de 2027. A comienzos de 2026 seguirá
relativamente alta por el aumento del salario mínimo, posiblemente a dos dígitos,además de la
presión de precios regulados -en particular el gas- conforme avance el año, el alivio en
alimentos y bienes importados, junto con una demanda interna más equilibrada y una política
monetaria prudente, permitirá retomar la reducción de la inflación.
Reyes comenta que “la inflación mostró alivio hasta junio, por moderación en regulados y
servicios. Desde julio, volvió a repuntar hasta 5,5% en octubre. Los alimentos fueron la
principal fuente de presión, pero la canasta sin alimentos también aportó, sobre todo en bienes
cuyos precios son regulados por el Gobierno y en el resto de ellos. Estos últimos, con
presiones todo el año, reflejan dinamismo desde la demanda”.
Bajo esta situación la decisión de política monetaria de la Junta del BanRep se consolida hacia
una postura más cauta, y se espera que la tasa de interés se mantenga estable en su nivel

 

actual de 9,25% durante todo 2025 y 2026, con un reinicio del ciclo de reducciones en el
segundo trimestre de 2027.
“La rigidez de la inflación, la fortaleza en el gasto, en especial en el consumo, y los retos
fiscales han llevado a que el BanRep frene su ciclo de rebaja de tasas. En 2024, el Banco
redujo en 350 puntos básicos la tasa de interés, en lo corrido de 2025 se ha reducido 25
puntos básicos la tasa”, comenta Reyes.
Dólar y otros indicadores
En cuanto a la tasa de cambio, se proyecta $3.730 por dólar al cierre de 2025, y del $4.020 en
2026 y $4.085 en diciembre de 2027. En el camino, veremos una elevada volatilidad por las
tasas de interés de los bancos centrales y los ciclos políticos en Colombia y el mundo.
Sobre el déficit fiscal del Gobierno Nacional se mantendrá elevado, alrededor del 7% del PIB
en 2025-2026 y algo más bajo en 2027. El déficit de cuenta corriente, se espera que se amplíe,
principalmente por un mayor déficit comercial.
Y, en términos de tasa de desempleo, se prevé una tasa de desempleo urbano de 8,5% en
2025, 8,6% en 2026 y 8,7% en 2027. La creación de empleo se mantendrá, aunque a un ritmo
menor.
¿Qué viene para 2026?
Las proyecciones económicas globales y colombianas para 2025 y 2026, según el informe, se
asemejan a un convoy de trenes: la economía global es la locomotora principal, que ha
revisado su velocidad al alza (crecimiento del PIB), aunque debe mantener la estabilidad
(control de la inflación) para evitar descarrilamientos por riesgos como los aranceles o la
incertidumbre geopolítica.
“Colombia, por su parte, es el vagón que gana inercia impulsado por el consumo , pero debe
mantener la prudencia para asegurar que el motor de la inversión se active completamente en
2026 y que los riesgos fiscales no pesen demasiado en el trayecto”, concluye Juana Téllez,
economista jefe de BBVA Research.
A modo de hoja de ruta, el informe de Situación Colombia plantea pasar de un entorno costoso
en regulación, impuestos, seguridad y financiamiento a uno que, desde 2026, reduzca el costo
país, libere tiempo gerencial y abarate la inversión, la formalidad y la logística frente a otros
emergentes. ¿Cómo hacerlo?
Menos trámites, más tiempo para el negocio: Hoy consume 26% del tiempo gerencial. Lanzar
un shock de simplificación regulatoria y digitalización de trámites.
Carga tributaria y laboral pro-inversión formal: Rediseñar el impuesto de renta corporativo

 

para bajar la tasa efectiva. Bajar gradualmente la brecha entre salario mínimo y promedio con
más productividad.
Atacar las fuentes del riesgo país: Reforzar seguridad, fortalecer justicia y lucha
anticorrupción y anclar la política fiscal y de deuda para bajar el riesgo país y el costo de
financiación.
Mejorar logística e infraestructura: Priorizar proyectos logísticos en corredores clave: 6G de
infraestructura. Reforma profunda de aduanas. Asegurar calidad y confiabilidad de energía y
conectividad / acceso para zonas industriales.
Aumentar la profundidad financiera: Desarrollar el mercado de capitales local en pesos y en
dólares para reducir el costo de financiación pública y privada.
Más IA: Acelerar la adopción en marcha de la inteligencia artificial en empresas y Estado para
ganar productividad, simplificar trámites y mejorar servicios públicos.


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