Cómo armar un CV en épocas de inteligencia artificial > Por Herick Salcedo, Talent Inbound Strategy Manager en Nearsure, una compañía de Nortal

Written by on 20/10/2025

Buscar trabajo se parece, cada vez más, a lanzarse a un océano. Las nuevas plataformas
permiten que miles de personas puedan postularse a una misma búsqueda con solo un clic.
Y en muchos casos, ni siquiera están apuntando a una posición concreta: sus perfiles
quedan flotando en un pool inmenso de diversos profesionales, esperando a ser
descubiertos. Del otro lado, las empresas tienen que sumergirse en esa marea de
información para encontrar, entre incontables perfiles, a las personas adecuadas en el
momento justo. Entonces, uno podría preguntarse: ¿cómo se selecciona talento en este
contexto de hipervolumen digital? ¿Y qué podemos hacer para que nuestro perfil destaque
entre tantos?
La respuesta no solo está en la tecnología, sino en cómo la usamos. Los nuevos Agentes
de IA vinieron a encontrarnos la aguja en el pajar. Podemos entrenarlos para buscar con
precisión, filtrar lo relevante, utilizar algoritmos perfectos y, sobre todo, conectar con
nuestros valores. Identificar de inmediato esa persona con el ideal y nuestros propósitos
como organización. Hacer visible lo valioso. Y transformar lo que antes era azar en
oportunidad.
Así, la tecnología se volvió aliada de los equipos de recursos humanos para hacer más
eficiente el trabajo de revisión y selección de candidatos. Hoy, muchas empresas se apoyan
en sistemas de seguimiento de candidatos (applicant tracking system, conocidos como
ATS) y algoritmos de IA que filtran, clasifican y sugieren perfiles con base en coincidencias
técnicas. Según un informe de Resume Builder, el 82% de las compañías ya usa algún tipo
de IA para analizar currículums. Esto significa que el filtro inicial al que se enfrenta un
candidato no siempre es humano. De hecho, en Nearsure contamos con nuestro propio
agente de GenIA con el que seleccionamos talento. Este sofisticado desarrollo nos permitió
reducir los tiempos en los procesos de selección en un 30% y eliminó 40 horas de tareas
por mes.
Es decir que, si la intención es que el CV llegue a ojos humanos, primero tiene que pasar el
filtro de los algoritmos. ¿Y cómo se hace eso? Estos son algunos aspectos técnicos que
pueden ayudar.
El primero es hablar el mismo idioma que los algoritmos. Los sistemas de IA priorizan
documentos que contengan palabras clave muy específicas, generalmente tomadas de la
descripción del puesto. Por ejemplo, si una búsqueda menciona “análisis de datos en
PowerBI”, ese término debe figurar así en el CV. No vale disfrazarlo ni darlo por obvio: hay
que escribirlo. Asimismo, al agregar las experiencias laborales, conviene incluir las
tecnologías y herramientas con las que se trabajó. Pueden mencionarse como skills, y
también ayuda explicar cómo se utilizaron en cada proyecto o tarea.
Aunque la tentación de hacer un CV creativo puede ser fuerte, en esta etapa conviene
priorizar la claridad. Tipografías legibles, pocos colores, nada de columnas ni diseños

complejos. Se recomienda usar negritas para destacar los roles clave, mantener márgenes
consistentes y organizar bien las secciones.
Otro punto importante: los títulos de los cargos. Algunas empresas usan nombres muy
originales para sus posiciones (como “Arquitecto de Soluciones Digitales” o “Hechicero de
Software”); pero, si esos títulos no existen en el mundo real, es probable que un reclutador
(o una IA) no entienda del todo a qué se dedicaba el candidato. Lo mejor es traducir ese rol
a un título estándar de la industria o incluir ambas versiones (la interna y la externa). Lo
mismo aplica para experiencias laborales que quedan muy vagas: “Desarrollador de
software” dice poco si no se aclara si es frontend, backend, o qué tecnologías usaba.
Y el formato importa, más de lo que creemos. Aunque muchos aún envían su CV en Word,
lo ideal es hacerlo en PDF, ya que los sistemas de IA y los filtros ATS están diseñados para
leer mejor este formato. Además, el PDF conserva la estructura y evita que el contenido se
desconfigure, algo que suele ocurrir con los archivos Word. Cuanto más limpio y
estandarizado sea el formato, mejor. Lo recomendable es organizar las secciones y
subsecciones de forma clara, para que sea fácil de entender tanto para los robots como
para los reclutadores que luego lo revisan.
Ahora bien, en medio de este cruce de datos, palabras clave y filtros digitales, no hay que
caer en el error de delegar por completo la redacción del CV a una IA. Sí, se pueden usar
herramientas para pulir la redacción, corregir errores y mejorar formatos, pero hay que
evitar que el contenido final suene genérico. Según un reporte de Insight Global, el 88 % de
los encuestados afirman que pueden darse cuenta cuando los candidatos usan IA para sus
aplicaciones, y el 54 % de los profesionales de RR. HH. dicen que les importa si un
candidato utiliza IA al redactar su currículum o carta de presentación. El consejo: usar la
tecnología como asistente, no como reemplazo. Cada recorrido profesional es único, y eso
debe reflejarse en el documento.
En definitiva y en la abundancia de perfiles, lo que realmente destaca es lo auténtico. La voz
propia, la historia profesional que se puede contar en tus propias palabras. Va a despertar
interés lo genuino, lo que conecta de verdad y lo que inspira confianza.


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