Redes de apoyo y tecnologías de Seguridad Privada: la apuesta para un Norte de Santander más seguro
Written by Jose de Jesus Prieto on 01/08/2025
Bogotá – agosto 2025. El Norte de Santander es una región de gran riqueza cultural, histórica y natural. Cúcuta, su capital, destaca por su papel en el comercio fronterizo y su identidad bicultural, municipios como Pamplona encantan con su arquitectura colonial y valor histórico, mientras que sus paisajes andinos, termales y gastronomía invitan a descubrir esta región más allá de lo urbano. Todo esto le da al departamento un alto potencial turístico, ideal para el descanso.
Sin embargo, el turismo en el Norte de Santander enfrenta retos que han afectado su crecimiento, tales como la situación de orden público en el Catatumbo, la frontera con Venezuela, los altos costos de tiquetes y la carga impositiva al sector hotelero. Según el gobernador William Villamizar, a comienzos de 2025 se registraron más de 80 homicidios y más de 20.000 desplazados en municipios como Cúcuta, Tibú y Ocaña. Estas cifras reflejan la tensión entre grupos armados ilegales, cuya confrontación según el Ministerio de Defensa y Naciones Unidas ha generado cerca de 50.000 desplazamientos.
A pesar de este panorama, el departamento avanza en la construcción de redes de apoyo y estrategias de seguridad que buscan proteger a la población y fortalecer sectores como el turismo, el cual es clave para el desarrollo regional. Para esto, históricamente siempre ha sido la fuerza pública la encargada de velar por esta seguridad, no obstante, las organizaciones de seguridad privada también se han sumado como un aliado fundamental en esta tarea.
“Para fortalecer la seguridad en zonas de conflicto como las que enfrenta el Norte de Santander, es fundamental impulsar redes de apoyo que integren a la seguridad privada, la fuerza pública y las comunidades locales. Estas redes, basadas en la comunicación inmediata y la cooperación estratégica, permiten una respuesta más rápida y efectiva ante situaciones de riesgo. Esto es posible mediante el uso de nuevas tecnologías que permiten a las distintas agencias de seguridad mantenerse conectadas y realizar sus tareas diarias más rápidamente y con mayor precisión, incrementando así la productividad y la efectividad de sus operaciones de seguridad y protección”, señala Julián Medina, experto en seguridad privada de Motorola Solutions.”
Dentro de las innovaciones que están contribuyendo a esto son las tecnologías de radiocomunicación, ya que su capacidad para operar sin depender de la cobertura celular, permite mantener una comunicación ininterrumpida entre guardias de seguridad privados y autoridades públicas, incluso en los lugares más apartados o afectados por el conflicto. Además, su tecnología de supresión de ruido garantiza que los mensajes se transmitan con claridad, lo cual es crucial en situaciones de emergencia donde cada segundo y cada palabra cuentan. Estas herramientas fortalecen la coordinación y la capacidad de respuesta de todas las entidades que trabajan por la seguridad del territorio.
Además de la coordinación operativa, uno de los retos más importantes para las empresas de seguridad en regiones como Norte de Santander es la gestión de información en tiempo real, especialmente en entornos con presencia de actores armados o movilidad constante de población. “Las redes de apoyo, al funcionar como nodos interconectados entre vigilantes, autoridades y comunidad, permiten compartir datos clave de manera rápida y segura, facilitando la toma de decisiones antes de que una situación escale. El verdadero valor de estas redes está en su capacidad de anticipación. No se trata solo de reaccionar, sino de prevenir, y eso solo se logra cuando todos los actores están alineados bajo un mismo sistema de comunicación e inteligencia operativa”, concluyó Julián Medina, experto en seguridad privada de Motorola Solutions.
Es acá donde la Inteligencia Artificial ha revolucionado el ámbito de la seguridad al incorporar capacidades avanzadas que permiten optimizar la gestión de información en tiempo real. Un ejemplo claro está en los sistemas de videovigilancia, los cuales ahora pueden identificar objetos fuera de lugar, reconocer rostros, analizar comportamientos inusuales y emitir alertas tempranas sobre posibles situaciones de riesgo. Estas alertas generadas por la analítica de video pueden integrarse a un ecosistema de seguridad más amplio, donde plataformas como Orchestrate automatizan la respuesta operativa a través de flujos de trabajo predefinidos donde se coordinan acciones tales como notificar al personal en campo, activar protocolos de emergencia o enviar instrucciones por distintos canales sin necesidad de intervención manual. Esta integración tecnológica agiliza la reacción ante incidentes, mejora la eficiencia operativa y refuerza la prevención en entornos complejos.
Sin duda, las nuevas tecnologías se han convertido en aliadas clave para fortalecer una comunicación preventiva y eficiente, permitiendo detectar riesgos antes de que se materialicen. Será crucial que regiones como el Norte de Santander sigan integrando estas herramientas de forma estratégica a través de redes de apoyo entre las distintas agencias de seguridad, ya que su implementación no solo contribuye a la protección de la vida y la integridad de los ciudadanos, a su vez impulsa la reactivación económica al generar entornos más confiables para la inversión, el turismo y el comercio.