¿Qué pasa en la Casa de Nariño? La salida de Laura Sarabia y el preocupante rumbo del gobierno Petro

 

La noticia ha caído como un baldado de agua fría en los círculos políticos colombianos: Laura Sarabia, la hasta ahora inamovible mano derecha del presidente Gustavo Petro, se va de la Casa de Nariño. Las razones que se murmuran desde los pasillos del poder son contundentes: “desplantes y decisiones que asegura ella: ya no comparte”. Esta salida, que para muchos era impensable hace unos meses, no es un hecho aislado, sino la punta del iceberg de una crisis que parece profundizarse en el gobierno Petro.

Pero, como bien se señala en el reciente trino de Gloria Díaz, el verdadero problema no es la renuncia de Sarabia, sino la incertidumbre sobre quién la reemplazará. Y es que, si algo ha caracterizado los cambios en el gabinete presidencial, es la sensación de improvisación y la pérdida de rumbo. Cada nuevo nombramiento parece alejarse más de la estabilidad y la coherencia que se esperaría de un gobierno.

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Laura Sarabia no era una funcionaria más. Su cercanía con el presidente, su influencia en la toma de decisiones y su rol como articuladora de muchas de las iniciativas del gobierno la convertían en una pieza clave. Su partida deja un vacío difícil de llenar y, lo que es más preocupante, una señal de alarma sobre el funcionamiento interno de la administración.

El silencio presidencial ante estos movimientos, y el respaldo incondicional que Petro ha brindado a sus decisiones, solo alimenta la especulación y la preocupación ciudadana. ¿Qué está pasando realmente en el corazón del gobierno? ¿Cuáles son las decisiones que han llevado a una figura tan importante a dar un paso al costado? La ciudadanía merece respuestas claras y transparentes.

Es hora de que el país comience a conocer toda la verdad. La constante rotación de funcionarios, la falta de una dirección clara y la opacidad en la toma de decisiones solo erosionan la confianza en las instituciones. La salida de Sarabia no es solo un cambio de ficha; es un síntoma de un problema mayor que requiere la atención y la explicación del presidente de la República. La estabilidad del país depende, en gran medida, de la claridad y el rumbo que tome el gobierno en este momento crucial.