Campesinos Excluidos en la Reforma Laboral: ¡Seguimos en la Lucha!

 

El pasado lunes, la Plaza de Bolívar fue el epicentro de un gran plantón en apoyo y defensa de las reformas que buscan beneficiar a nuestros campesinos y campesinas. A pesar de la contundente demostración de fuerza y la importancia vital de este sector para la economía y la soberanía alimentaria del país, surge una preocupación creciente: la exclusión de los campesinos en la actual reforma laboral.

En este importante evento, contamos con la destacada participación de Angélica Gutiérrez, Vicepresidenta de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (ANUC). Su presencia y sus palabras resonaron con la indignación y la esperanza de miles de voces que, día tras día, labran la tierra y garantizan que los alimentos lleguen a nuestras mesas.

La ANUC, bajo el liderazgo de figuras como Angélica Gutiérrez, ha sido una voz incansable en la exigencia de políticas públicas que realmente atiendan las necesidades del sector agrario. Sin embargo, la actual propuesta de reforma laboral, en su configuración actual, parece pasar por alto las particularidades y los desafíos únicos que enfrentan los trabajadores del campo.

¿Por qué esta exclusión es tan grave?

El trabajo campesino, con sus ciclos estacionales, sus condiciones climáticas cambiantes y la informalidad predominante, requiere un marco legal que reconozca y proteja sus derechos de manera específica. La falta de acceso a la seguridad social, pensiones, vacaciones dignas y contratos laborales estables es una realidad para millones de campesinos en Colombia. Una reforma laboral que no los incluya explícitamente y con medidas diferenciadas, perpetúa esta vulnerabilidad y profundiza la brecha entre el campo y la ciudad.

¡La Lucha Continúa!

El plantón en la Plaza de Bolívar fue un claro mensaje: los campesinos no se quedarán callados. La exigencia es clara: una reforma laboral justa e inclusiva que garantice derechos plenos para todos los trabajadores del campo. La ANUC y otras organizaciones campesinas seguirán movilizándose y haciendo sentir su voz en todos los escenarios posibles, desde las calles hasta el Congreso.

Es fundamental que la sociedad colombiana, los legisladores y el Gobierno entiendan que la prosperidad del país está intrínsecamente ligada al bienestar de sus campesinos. La defensa de sus derechos laborales no es solo una cuestión de justicia social, sino una inversión en el futuro de Colombia.