Más productividad y menos rotación, las empresas que invierten en felicidad laboral cuentan con un mayor crecimiento económico
Written by Jose de Jesus Prieto on 11/06/2025
En un entorno laboral donde el estrés, la rotación y el ausentismo impactan la productividad, las organizaciones
colombianas apuestan por una nueva métrica del éxito: el bienestar emocional de sus equipos. Un reciente
análisis académico de BIU University Miami destaca cómo la felicidad se convierte en una ventaja competitiva
real.
Colombia, junio de 2025 — Mientras muchas organizaciones siguen midiendo su éxito sólo en
términos de eficiencia o rentabilidad, una nueva variable está cobrando protagonismo: la felicidad
laboral. Lejos de ser una moda, representa una ventaja competitiva real, según el análisis del Dr.
Diego Apolo Buenaño, docente e investigador en gestión humana y desarrollo organizacional de BIU
University Miami. “Una empresa feliz no es la que evita los problemas, sino la que sabe gestionarlos
con empatía, escucha activa y coherencia. La felicidad organizacional no es un beneficio extra: es
una estrategia inteligente”, sostiene el Dr. Apolo.
Colombia: el momento de pensar en lo humano
En un país donde el estrés laboral, la rotación de personal y la desconexión emocional impactan
cada vez más a las empresas, emerge la necesidad de repensar el liderazgo. En Colombia, más del
58% de los empleados afirma no sentirse motivado en su entorno de trabajo, según datos de la
firma WorkMeter. Esto se traduce en pérdida de talento, ausentismo y baja productividad. Así mismo,
según cifras de Great Place to Work, solo el 41% de los colaboradores considera que su lugar de
trabajo se preocupa por su bienestar integral. La pandemia, el auge del trabajo híbrido y las nuevas
generaciones han puesto sobre la mesa un concepto que antes era marginal: la felicidad como KPI
organizacional.
Desde su experiencia docente en BIU University, el Dr. Apolo destaca cómo la gestión de la
felicidad requiere más que protocolos: demanda visión, habilidades blandas y liderazgo
transformacional. Justamente, son estos enfoques los que se promueven en espacios académicos
como los de BIU University Miami, donde los futuros líderes aprenden a conectar estrategia con
humanidad.
Prácticas que construyen entornos positivos
El experto señala que las empresas más avanzadas en bienestar laboral están apostando por:
● Flexibilidad horaria real y autonomía para el trabajo
● Políticas de reconocimiento basadas en logros y no solo en cifras
● Programas de formación emocional para líderes intermedios
● Comunicación interna empática, coherente y horizontal
● Rutas de crecimiento profesional que consideren los sueños del colaborador, no solo las
metas del negocio.
La gestión de la felicidad no exige grandes presupuestos, pero sí compromiso real de la alta
dirección. Es una decisión estratégica que impacta los resultados y la reputación, afirma Apolo.
La felicidad también se mide (y genera rentabilidad)
Diversos estudios citados evidencian que la felicidad y el bienestar organizacional no son conceptos
abstractos, sino estrategias medibles con impacto económico. Por ejemplo:
● Los empleados felices son un 31% más productivos y generan un 37% más en ventas,
según Harvard Business Review.
● Las empresas con alto compromiso emocional reducen el ausentismo en un 81% y mejoran
la calidad en un 64%, de acuerdo con Gallup.
● Las organizaciones con climas laborales positivos aumentan su capacidad de retener talento
clave y atraer profesionales jóvenes con propósito.
● El "Work Wellbeing Score", desarrollado por Indeed en colaboración con la Universidad de
Oxford, clasifica a las 100 principales empresas públicas según el bienestar laboral. Estas
empresas superaron a los principales índices bursátiles como el S&P 500 y el Nasdaq,
demostrando que un enfoque en el bienestar de los empleados puede traducirse en un mejor
desempeño financiero.
Numerosos datos, demuestran cómo las empresas con culturas organizacionales positivas registran
mayor fidelización de clientes y equipos más resilientes ante crisis. Pero más allá de los números, el
Dr. Apolo subraya que la felicidad es también una construcción simbólica: “Tiene que ver con el
sentido, con sentir que nuestro trabajo importa y que somos parte de algo más grande que
nosotros mismos”.
Liderar con propósito: una competencia del futuro
Para Apolo, el liderazgo organizacional del siglo XXI no se puede entender sin el desarrollo de
habilidades humanas como la empatía, la comunicación emocional, la escucha activa o la
toma de decisiones conscientes. Un tipo de liderazgo que, como señala, no se improvisa, se
forma. Los líderes que vienen deben saber leer a las personas, no solo interpretar balances. Y eso
implica una transformación profunda en cómo educamos y formamos talento desde hoy. Este
enfoque formativo es parte del ADN de BIU University University, que impulsa programas
académicos con un fuerte énfasis en la inteligencia emocional, la ética del liderazgo y el diseño
organizacional centrado en las personas.
¿Cómo se mide la felicidad organizacional?
El Dr. Apolo propone una matriz de indicadores que permite evaluar el impacto real de estas
estrategias en tres niveles:
● Identidad institucional: ¿la cultura interna refleja los valores declarados?
● Imagen percibida: ¿cómo es vista la organización por clientes y colaboradores?
● Reputación corporativa: ¿qué tan coherente es lo que la empresa dice, hace y proyecta?
Estas métricas ayudan a visibilizar tanto el retorno financiero como el capital emocional que se
genera cuando el bienestar se convierte en política organizacional.
Acerca de BIU University
El enfoque de aprendizaje en Broward International University (BIU), guiado por un equipo de profesores
expertos, combina clases sincrónicas y asincrónicas para ofrecer una experiencia educativa completa. Este
enfoque integra una amplia variedad de herramientas dialógicas y de debate, incluyendo foros de discusión,
proyectos y tareas tanto grupales como individuales, chats semanales y sesiones regulares de video en tiempo
real. Además, se utilizan estudios de casos y aprendizaje basado en proyectos, así como simulaciones.
De este modo, los estudiantes disfrutan de un ecosistema de aprendizaje enriquecedor que les permite
interactuar con diferentes formatos y dinámicas del mundo empresarial real. Esta metodología no solo fomenta
la colaboración y el pensamiento crítico, sino que también prepara a los alumnos para enfrentar los desafíos del
entorno laboral actual.