Preocupación sobre la lucha contra el VIH en Latinoamérica, ¿cómo enfrentar esta nueva incertidumbre?
Written by Jose de Jesus Prieto on 07/04/2025
● La tensión política entre EE.UU en los últimos meses ha prendido las alarmas
sobre el riesgo que implicaría el recorte de inversión de EE.UU. en la lucha
contra el VIH en América Latina, ¿qué tan grave sería para la región?
● La Dra. Leda Pedelini Gassmann, directora de la Maestría en Epidemiología y
Salud Pública de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente
a Planeta Formación y Universidades, analiza este posible escenario de la
lucha contra el VIH para la región.
Colombia, abril de 2025 — La lucha contra el VIH en Latinoamérica podría enfrentar
un desafío crítico. Aunque en la última década, las muertes relacionadas con el SIDA
han disminuido significativamente, pasando de 42.000 en 2010 a 30.000 en 2023 en la
región —según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS)—,
aproximadamente el 12% de las personas que viven con VIH desconocen su
condición, y un tercio de los diagnósticos se realizan en etapas avanzadas.
Es un panorama preocupante, dado una reducción paulatina que se ha venido dando
en la inversión. Entre 2022 y 2023 mermó un 5%, haciendo que todavía se esté lejos a
los 29.300 millones de dólares que beneficiarían para poner un alto al sida como
amenaza para la salud pública en 2025, según lo informa el Programa Conjunto de las
Naciones Unidas sobre el VIH/sida.
«Si EE.UU. recorta su inversión en la lucha contra la enfermedad, se afectarían los
programas de prevención y tratamiento. Varios países en América Latina dependen de
la inversión estadounidense, a través de programas de prevención y tratamiento como
el PEPFAR (Plan Presidencial de Emergencia para la Lucha contra el SIDA)», advierte
la Dra. Leda Pedelini Gassmann, directora de la Maestría en Epidemiología y Salud
Pública de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a Planeta
Formación y Universidades, la red internacional de educación superior de Grupo
Planeta.
Consecuencias de una posible reducción de financiamiento
Ante una reducción de inversión, la capacidad de gobiernos y organizaciones locales
para enfrentar el VIH se vería seriamente limitada. Por un lado, se podría generar un
impacto negativo en las poblaciones más vulnerables, afectando la distribución de
medicamentos antirretrovirales y la continuidad de las pruebas de diagnóstico gratuitas
en sectores con menos recursos.
La disminución de financiamiento también comprometería el seguimiento médico de
los pacientes, aumentando el riesgo de transmisión y complicaciones de salud.
Además, la reducción del apoyo económico limitaría la capacidad de los programas
comunitarios para brindar asesoramiento, apoyo psicológico y educación sobre la
prevención del VIH.
Alternativas de financiamiento y cooperación regional
Ante un panorama de desfinanciamiento, los países de la región podrían optar por
modelos alternativos que les permitan garantizar la sostenibilidad de los programas.
Uno de los caminos es construir fondos regionales que generen un mecanismo de
financiamiento para que los países asuman la carga de los costos de prevención,
tratamiento e investigación.
Asimismo, se puede incentivar el intercambio de recursos y conocimientos entre los
países de la región, de tal manera que se optimicen estrategias exitosas, se
compartan y adapten soluciones exitosas y así reducir poco a poco la dependencia de
agentes externos.
También el sector privado podría desempeñar un papel importante en la financiación
de programas de prevención y tratamiento.
«Las grandes empresas pueden contribuir con programas de responsabilidad social
patrocinando campañas de concienciación o la provisión de servicios de salud
preventivos para los empleados y las comunidades cercanas», detalla la Dra. Leda
Pedelini. «Las farmacéuticas, en concreto, pueden colaborar en la investigación y
producción de medicamentos más accesibles y en la reducción de costos».
Ejemplos de modelos exitosos en la región
Brasil ha sido un caso destacable en este camino hacia lograr una autonomía
financiera y sostenible para la lucha contra el VIH, según indica la experta. Aunque al
principio recibió ayuda, sus alianzas estratégicas entre lo público y lo privado rindieron
frutos.
«El tratamiento antirretroviral se produce localmente, combinando recursos públicos y
alianzas con la industria. Con su propia producción de medicamentos, ha logrado
reducir los costos y ha asegurado la equidad en el acceso», explica la experta de VIU.
La incertidumbre sobre el futuro del financiamiento para la lucha contra el VIH en
América Latina exige respuestas urgentes y estrategias sostenibles. Entretanto, la
cooperación regional, la inversión pública y privada, y la adaptación de modelos
exitosos serán clave para evitar un retroceso en los avances logrados en las últimas
décadas y preparar una medida de contingencia que, a la vez, puede convertirse en
una nueva alternativa para alcanzar la autonomía en este campo.
La Universidad Internacional de Valencia-VIU es una de las principales universidades online del mundo hispanohablante y
es miembro de CRUE Universidades Españolas. Cuenta con más de 26.500 alumnos de 87 nacionalidades diferentes, un
profesorado con más de 2.950 docentes y directores de TFT, que en su mayoría, combinan su actividad profesional con la
académica, y más de 12.000 convenios para prácticas y colaboraciones. Entre las credenciales que avalan la actividad
académica de VIU destacan el certificado del diseño de AUDIT de ANECA, o los certificados ISO 9001:2015 y de calidad de
servicio, Servicert, otorgados por SGS. Asimismo, VIU, cuenta con el reconocimiento de QS Stars con la puntuación
máxima (5 estrellas) en la categoría de docencia online y es la única universidad española en haber sido distinguida por su
campus online en los Catalyst Awards 2020, 2021, 2022 y 2023.
La Universidad Internacional de Valencia (VIU) forma parte de Planeta Formación y Universidades, la red internacional de
educación superior de Grupo Planeta. Cuenta con veintidós instituciones educativas en España, Andorra, Francia, Italia,
Norte de África, Estados Unidos y Colombia. Cada año más de 150.000 estudiantes procedentes de 100 nacionalidades
distintas, se forman a través de sus escuelas de negocios, universidades, escuelas superiores especializadas y centros de
formación profesional.