Navidad en soledad, ¿qué beneficios y consecuencias tiene para las personas?
Escrito por Jose de Jesus Prieto on 17/12/2024
● Cuando la Navidad genera imposiciones que discrepan mucho de las
condiciones o deseos personales, puede convertirse en una experiencia difícil.
● El Dr. Joaquín Mateu Mollá, director de la Maestría Oficial en Gerontología y
Atención Centrada en la Persona de la Universidad Internacional de Valencia –
VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, analiza por qué la
soledad es mal vista en Navidad y Año Nuevo.
Colombia, diciembre de 2024 — La nostalgia y la soledad son sentimientos que
suelen acentuarse más en Navidad y Año Nuevo. Son fechas que nos han vendido
como un momento que debe compartirse en familia y con amigos. No obstante, esto
puede repercutir en aquellas personas que han de pasar las fiestas sin compañía.
Aunque se trate de una tradición, para nadie es un secreto que en Navidad
experimentamos un bombardeo publicitario donde vemos familias en situaciones casi
idílicas de extrema felicidad, reafirmando una idea no tan realista de las fiestas
navideñas. Así lo explica Joaquín Mateu Mollá, director de la Maestría Oficial en
Gerontología y Atención Centrada en la Persona de la Universidad Internacional
de Valencia – VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades.
«En Navidad se inflama la norma social de que debemos rodearnos de personas, sin
importar demasiado si nos apetece o no hacerlo, y la sociedad puede percibir con
cierta desconfianza a quienes se aventuran a cuestionar los imperativos de este tipo,
impuestos a través de un sofisticado entramado publicitario», explica el experto. «Lo
cierto es que el tiempo y la forma en que nos relacionamos con los demás siempre ha
de ser una elección personal».
Pasar Navidad en soledad por decisión o en contra de su voluntad
Aquellos que deciden pasar estas fechas decembrinas sin compañía es porque,
posiblemente, disfrutan del tiempo consigo mismos, y puede ser una oportunidad
gratificante. Según detalla el experto de VIU, esta soledad «es un distanciamiento
muchas veces necesario que permite reflexionar y replantearse el futuro; es una
oportunidad para el autodesarrollo, el descanso de la algarabía cotidiana y la
planificación de propósitos personales. Estos son los aspectos positivos de una
Navidad sin compañía».
Por otro lado, están aquellas personas que aunque quisieran estar acompañados en
Navidad, no pueden y deben atravesar una soledad no deseada, lo que es
profundamente dañino para la salud mental, pues se detonan percepciones de
marginación, aislamiento, frustración y tristeza.
Para estas personas, recordar el pasado puede sumirlos en la nostalgia,
especialmente cuando se recuerda a seres queridos que ya no están y con quienes
solían compartir estas fechas especiales. Según lo explica el experto, el duelo
adquiere matices relevantes y difíciles para quienes aún lidian con él y deberán
enfrentarlo a solas un año más.
«Para estos casos, disponer de la calidez de otro ser humano puede ser un verdadero
alivio para su pesada carga emocional», explica el experto. «Las familias deberían ser
muy sensibles a este asunto y cuidar con sensibilidad de quienes transitan por esta
delicada vulnerabilidad existencial».
El mensaje publicitario detrás de la unión familiar en Navidad
Las compras en las temporadas altas como la Navidad se ven beneficiadas por la
impulsividad y el estado de ánimo. Se ha demostrado que cuando alguien está alegre
es más propenso a gastar dinero en comparación a quien atraviesa por sentimientos
como la tristeza o el miedo. De ahí que el mercado sepa estimular la idea de estar feliz
y en compañía, además de reforzar la idea de comprar y obsequiar como un ejercicio
de ser buenos con los demás.
Hay, entonces, un objetivo netamente económico al incentivar el tono afectivo
necesario para activar la insaciable rueda del consumismo. Joaquín Mateu afirma que
«se trata de un fenómeno bien conocido en publicidad y que se explota durante la
Navidad, dejando tras de sí ese énfasis artificioso en reuniones sociales que podrían
desplegarse perfectamente en otros momentos del año».
Ante una imposición tan fuerte de un mensaje que puede generar el efecto contrario
en aquellas personas que no desean o no pueden pasar Navidad en familia, es
importante respetar y ser conscientes de que no hay una sola manera de disfrutar la
Navidad.
Mientras para algunos es una época disfrutable, otros la viven como algo
desagradable, sea porque deberán estar solos o porque se verán forzados a reunirse y
compartir con personas a las que no aprecian genuinamente y se ven sometidos a
fingir alegría, algo que genera mucho más peso emocional que puede ser insostenible.
«En estos casos, los mensajes publicitarios pueden resultar especialmente dolorosos,
dado que nutren la idea de cómo habría de ser una Navidad perfecta y
sobredimensionan la distancia respecto a la que ha correspondido vivir», indica el Dr.
Joaquín Mateu.
La Universidad Internacional de Valencia-VIU es una de las principales universidades online del mundo hispanohablante y
es miembro de CRUE Universidades Españolas. Cuenta con más de 26.500 alumnos de 87 nacionalidades diferentes, un
profesorado con más de 2.950 docentes y directores de TFT, que en su mayoría, combinan su actividad profesional con la
académica, y más de 12.000 convenios para prácticas y colaboraciones. Entre las credenciales que avalan la actividad
académica de VIU destacan el certificado del diseño de AUDIT de ANECA, o los certificados ISO 9001:2015 y de calidad de
servicio, Servicert, otorgados por SGS. Asimismo, VIU, cuenta con el reconocimiento de QS Stars con la puntuación
máxima (5 estrellas) en la categoría de docencia online y es la única universidad española en haber sido distinguida por su
campus online en los Catalyst Awards 2020, 2021, 2022 y 2023.
La Universidad Internacional de Valencia (VIU) forma parte de Planeta Formación y Universidades, la red internacional de
educación superior de Grupo Planeta. Cuenta con veintidós instituciones educativas en España, Andorra, Francia, Italia,
Norte de África, Estados Unidos y Colombia. Cada año más de 150.000 estudiantes procedentes de 100 nacionalidades
distintas, se forman a través de sus escuelas de negocios, universidades, escuelas superiores especializadas y centros de
formación profesional.