En el Urabá, Bancamía y USAID han capacitado a cerca de 3.000 personas, que han creado 600 emprendimientos y 2.300 microempresas han sido fortalecidas

Escrito por on 03/10/2024

Esto se ha dado gracias al programa Emprendimientos Productivos para la Paz (Empropaz), que ha trabajado desde 2018 en esa región del país para atender a emprendedores y microempresarios de municipios afectados por la violencia y la pobreza.

Junto a procesos de formación empresarial, el programa facilitó la inclusión financiera, en condiciones especiales, a más de 16.000 personas del territorio: 154 de ellas accedieron a un crédito semilla para poner en marcha sus ideas negocios.

Lina Córdoba, beneficiaria de Empropaz en el Urabá, cuenta su historia de cómo creó café, limonada, pan y brownies de banano, sin azúcar y sin gluten, que ya se venden en países como Estados Unidos.

Bogotá D.C., 03 de octubre de 2024. Tras completar seis años de operaciones en la región del Urabá antioqueño, el programa Emprendimientos Productivos para la Paz (Empropaz) liderado por Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, en alianza con USAID, junto con la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/ De Mis Manos, reveló que ha logrado beneficiar a cerca de 16.300 personas con procesos de inclusión financiera, formación para el emprendimiento y fortalecimiento empresarial, en siete municipios históricamente afectados por la violencia y la pobreza.

De esta forma, en Apartadó, Turbo, Necoclí, San Pedro de Urabá, Carepa, Mutatá y Chigorodó un total de 2.980 personas recibieron formación especializada para desarrollar habilidades empresariales, con el objetivo de facilitar el nacimiento de nuevos negocios y el fortalecimiento de microempresas ya activas en el mercado.

Durante un evento realizado en el municipio de Apartadó (Antioquia) -del que formaron parte beneficiarios, representantes de USAID y de las entidades aliadas-, el gerente de Empropaz, Miguel Achury, explicó que desde 2018, en el Urabá “surgieron más de 600 emprendimientos y, además, 2.372 microempresas de la región se consolidaron con el respaldo del programa. Además, fueron otorgados 154 créditos semilla para hacer realidad las ideas de negocio y se brindaron 151 créditos de fortalecimiento para el fortalecimiento de las microempresas. En lo corrido de seis años de operaciones, Empropaz ha buscado convertirse en un programa que aporte al desarrollo de proyectos productivos locales, a la paz, al desarrollo social, económico y ambiental; y al progreso de los territorios donde ha hecho presencia”.

Los sectores económicos del Urabá en los que se registraron los mayores impactos de Empropaz fueron: comercio (43%); servicios y manufactura (con un 21% cada uno), y sector agropecuario, con 15%. A la fecha, gracias al apoyo de iniciativas para generar desarrollo comercial, se organizaron más de 40 ferias en la región para fortalecer modelos de venta y distribución de productos.

Así mismo, en los 92 municipios, de 17 departamentos en los que opera Empropaz, cerca de 216.000 personas han sido beneficiadas. Un 59% son mujeres, mientras que un 34% del total cuenta, a lo sumo, con educación primaria, un 18% son menores de 30 años y, a su vez, un 17% corresponde a personas mayores de 60 años.

“Hemos trabajado de manera conjunta para construir un legado. En los territorios donde está el programa, un 87% de los beneficiarios de crédito estaba en situación de vulnerabilidad al momento de su vinculación al Programa. Pero, al terminar su ruta de acompañamiento por parte de Empropaz, un 46% de los emprendedores y microempresarios de Empropaz logra salir de la línea monetaria de pobreza: esa es la mayor muestra de aporte al desarrollo”, dijo Achury.

‘Más que banano’, historia de éxito en el Urabá antioqueño

Lina Córdoba, una microempresaria de 43 años (oriunda de Medellín), decidió en 2020 irse a vivir al Urabá para emprender, pero de una manera distinta. Esto llamó la atención de propios y extraños, pues ella buscaba lograrlo con productos derivados del banano. Su idea se materializó con la creación, junto a su esposo, de la empresa Más que banano. A hoy, esta produce café, muffins, pan, brownies, limonadas, chocolates, entre otros, con el banano como insumo fundamental.

La microempresaria conoció a Empropaz en el año 2020. Inició su capacitación para obtener más conocimientos y ampliar su red de contactos. Accedió a un crédito con Bancamía gracias a la relación con el programa, con el que pudo hacer crecer su negocio y ampliar su mercado.

Lo más difícil de iniciar, relata, fue encontrar su público objetivo, ya que sus productos son sin azúcar y sin gluten. Además, cuenta que en la región no se valora como se debe al banano porque lo hay en exceso y las personas lo ven como algo más. Pero ella supo llevarlo por otro camino.

“Monté el local, lo adecué con maquinaria grande porque siempre pensé en grande. Mi especialidad es el ‘café de banano’, hago limonada de banano. Estos no se encuentran en la calle porque muchos los inventé yo. También les vendo productos a personas que exportan y estos ya llegan a Alemania, Estados Unidos y más”, concluye Lina.


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