“Chow Chow”, “Caniche” y “Labrador”, el origen detrás de los nombres de las razas de perros más populares
Escrito por Jose de Jesus Prieto on 17/07/2024
Colombia, julio de 2024. – El Día Mundial del Perro se celebra cada 21 de julio para homenajear a quien es considerado el “mejor amigo del hombre”. Esta efeméride mundial fue creada en el año 2004, motivada por la inmensa importancia de estos animales, fieles e incondicionales, en la vida cotidiana de las personas. Pero, sobre todo, para crear conciencia sobre el abandono de mascotas y promover la adopción responsable. Según la Organización Mundial de la Salud, en el planeta hay aproximadamente 300 millones de perros y el 70% de ellos no tienen hogar.
Tal como se refleja en los nombres de sus razas, los perros son un grupo verdaderamente internacional. En algunos casos, nombrados por su lugar de origen y en otros en honor de sus criadores originales, por ello los expertos lingüistas de Babbel, la plataforma premium de aprendizaje de idiomas para la vida real, han creado un glosario con el significado y origen de los nombres de las razas de perro más conocidas:
Chow Chow: Los chinos llaman a esa antigua raza como “Songshi Quan” (“León inflado”). El nombre de Chow Chow tuvo su origen en Inglaterra, cuando la raza llegó por primera vez en el siglo XVIII. Debido a que las personas no sabían cómo llamarlos ni como pronunciar su nombre en chino, decidieron llamarlos “Chow Chow”, un término utilizado por los mercaderes para referirse a una miscelánea de cosas traídas de China.
Caniche: El Caniche, también conocido como Poodle en inglés, tiene sus orígenes en Alemania, aunque erróneamente se le asocia con Francia debido a su popularidad en la corte francesa. Su nombre original tiene raíces en el alemán “Pudel” o “Pudelhund”, que significa “perro que chapotea en el agua”. Esta característica es un indicativo de su origen como perro acuático. Sin embargo, cuando la raza fue introducida en Francia el término alemán “Pudel” fue adaptado y transformado en “Caniche”
Labrador: Esta raza de perros fue nombrada en honor a la península de Labrador en Canadá, donde se desarrolló. El nombre “Labrador” proviene del explorador portugués João Fernandes Lavrador, quien cartografió las costas del noreste de América del Norte a finales del siglo XIV, incluida la península del Labrador, que ahora lleva su nombre.
Beagle: El término “Beagle” se introdujo en el idioma inglés a finales del siglo XV. Según varios etimólogos, el nombre de la raza proviene del francés “beeguele” o “begueule”, que significa “garganta grande” o “boca grande”. Este término se estableció probablemente debido a la tendencia del perro de ladrar de manera muy sonora durante el proceso de caza. La versión en inglés es “Beagle”.
Shih Tzu: Aunque estos pequeños perros no tienen nada de intimidante, es interesante saber que el nombre proviene de la palabra china “shīzigǒu”, que se traduce como “perro hijo del león”.
Basset: Este perro pequeño y robusto tiene su origen en Francia, donde era utilizado en la caza de conejos durante la época medieval. El nombre de la raza se remonta a principios del siglo XVII y hace referencia a su tamaño. Proviene de la palabra francesa “bas”, que significa “bajo”, y el sufijo “-et” es un diminutivo en francés. Por lo tanto, la traducción de “perro Basset” sería “perro bajito”.
Husky: Este es el nombre que se le da a todos los perros originarios de las regiones más frías del planeta. El término se originó a mediados del siglo XIX como una derivación de los términos “hoskey dog” o “esky dog”, ambas variaciones del término inglés “Eskimo Dog” (perro esquimal).
Gran Danés: Conocido como “el Apolo de los perros”, es una raza gigante, una de las más grandes del mundo, también llamado dogo alemán o alano alemán. Aunque a menudo se le asocia con Dinamarca por su nombre, su país de origen es Alemania. Se cree que esta raza existe desde hace más de cuatro siglos. Los Gran Daneses descienden de los perros de tipo mastín que la nobleza alemana criaba para proteger las fincas campestres y cazar jabalíes salvajes. “Scooby-Doo” probablemente sea el Gran Danés más famoso de los dibujos animados.
Rottweiler: En tiempos antiguos, los romanos solían viajar acompañados de esta raza de perros robustos, que eran muy útiles para el pastoreo. Siglos más tarde, durante la Edad Media, se convirtieron en los perros de guardia más comunes entre los carniceros de la ciudad alemana de Rottweil, en el sur del país. Por esta razón, llegaron a ser conocidos como “Rottweilers Metzgerhunds” (“Perros carniceros de Rottweil”). Con el paso de los años, su nombre se abrevió y se consolidó como el nombre de la raza conocida mundialmente hoy en día.
Pekinés: La historia del Pekinés se remonta a la antigua China imperial, donde estos perros eran criados exclusivamente en el Palacio Imperial de Pekín y eran propiedad de la familia imperial
perros eran criados exclusivamente en el Palacio Imperial de Pekín y eran propiedad de la familia imperial. Además, eran venerados por los monjes budistas por su semejanza con los leones de Fu. Originalmente conocidos como “perros león”, no adoptaron el nombre de Pekinés hasta el siglo XVII. La exportación de estos perros estaba prohibida y su robo era castigado con la pena de muerte. Hoy en día, el Pekinés es una de las razas más reconocidas a nivel mundial y es comúnmente elegido como compañero en muchas familias.
Pastor Alemán: Algunas razas de perros suelen llevar el nombre de un país, como el Bulldog Francés o el Lobero Irlandés. Aunque estos nombres a veces pueden ser un tanto engañosos, es innegable que el Pastor Alemán es verdaderamente alemán. El primer Pastor Alemán oficial fue un perro que Max von Stephanitz adquirió en una feria canina en 1899. Stephanitz lo llamó Deutscher Schäferhund, que significa literalmente “perro pastor alemán”, y lo promovió como el can ideal para el trabajo. Se cree que todos los Pastores Alemanes modernos descienden de los perros propiedad de von Stephanitz.
Por su parte, existen las onomatopeyas, palabras que imitan sonidos, y aunque existen en todos los idiomas, generalmente difieren entre sí, a veces debido a ciertos sonidos que no pueden ser articulados en algunos idiomas. “En diferentes partes del mundo, la forma de representar los sonidos que hacen los animales es diferente. Cada idioma tiene una palabra onomatopéyica distinta para el mismo sonido. Por ejemplo, mientras que los perros en España dicen guau, en inglés dicen woof y en Japón suena como wang, ya que estos sonidos no siempre siguen las normas lingüísticas del idioma”, comentó Esteban Touma, profesor de Babbel Live, las clases en vivo impartidas por un profesorado altamente cualificado.