Según informe de la Fundación Ellen MacArthur, más del 80% de los textiles son desechados de manera contaminante

Escrito por on 19/06/2024

 

● En la actualidad, más del 80% de estos materiales, cuando se desechan, acaban
incinerados, en vertederos o en el medio ambiente, independientemente de que sigan siendo
utilizables o no.
● Las políticas de responsabilidad ampliada del productor (RAP) son cruciales para mitigar la
contaminación por residuos textiles como lo señala el nuevo informe de la Fundación Ellen
MacArthur

18 de junio de 2024 – La Fundación Ellen MacArthur presentar el informe "Transcending
the Limits of EPR Policy for Textiles", que muestra cómo las políticas de Responsabilidad
Ampliada del Productor (RAP) son necesarias para hacer frente a la contaminación de los
materiales textiles actualmente, es decir, la ropa, el calzado y la ropa de cama. En la
actualidad, más del 80% de estos materiales, cuando se desechan, acaban incinerados, en
vertederos o en el medio ambiente, independientemente de que sigan siendo utilizables o
no. Esto indica la necesidad de poner en marcha acciones urgentes para cambiar el actual
sistema de producción textil para que deje de ser contaminante y derrochador.
Los residuos de la producción textil se han convertido en un problema de contaminación en
todo el mundo y son consecuencia directa de nuestro sistema económico lineal, que genera
valor económico a partir de la producción, el consumo y la eliminación de productos. La
ropa y el calzado, en su mayor parte, no están diseñados para durar o para ser reciclados y
devueltos al mercado como nuevos productos una vez finalizado su ciclo de vida. Y lo que
es peor, la infraestructura de recogida y reciclaje de residuos textiles está aún poco
desarrollada, con tasas de recogida y clasificación que rondan el 14% de media y alcanzan
un máximo del 50%.
Para resolver este escenario, son necesarias tanto acciones voluntarias por parte de las
empresas para rediseñar sus productos y modelos de negocio de forma que no generen
residuos textiles, como políticas públicas que aceleren la expansión y puesta en marcha de
infraestructuras de recogida y clasificación de los textiles desechados. En este contexto, la
Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) ha demostrado ser un enfoque eficaz de
política medioambiental para desarrollar las condiciones necesarias para que los productos
permanezcan más tiempo en la economía y no se conviertan en contaminación ambiental.
Con la EPR, la responsabilidad de un productor sobre un producto se amplía a la fase
postconsumo de su ciclo de vida. Esto significa que las empresas que ponen productos en
el mercado -incluidos los importadores- son responsables de gestionarlos después de que
hayan sido desechados por los consumidores. Esta responsabilidad puede ser financiera,
organizativa o de ambos tipos. Y las empresas pueden cumplir esta responsabilidad
individualmente, implantando sus propios sistemas de recogida, clasificación, reutilización y
reciclaje, o colectivamente, uniendo fuerzas para establecer un sistema compartido. En un
sistema colectivo de RAP, las empresas obligadas delegan su responsabilidad (total o
parcialmente) en una entidad tercera y, mediante el pago de tasas, financian a esta

organización para que cubra los gastos necesarios y alcance los resultados exigidos por la
política de RAP.
Según Pedro Prata, responsable de políticas para América Latina de la Fundación Ellen
MacArthur, las políticas de RPE son una forma de crear las condiciones para estimular un
cambio necesario en el actual mercado de producción textil. "Estamos viviendo una crisis en
la producción textil, como la ropa y el calzado, prácticamente sin preocupación por sus
impactos ambientales y sociales. Al mismo tiempo, se tiende a considerar al consumidor
como único responsable de las consecuencias del actual
Al mismo tiempo, se tiende a considerar al consumidor como único responsable de las
consecuencias del actual sistema de producción lineal. Este informe demuestra que, para
atajar el problema de la contaminación textil, necesitamos implicar a todo el sector
productivo, incluidas las importaciones, para redefinir la forma en que producimos y cómo
nos responsabilizamos de esa producción. Si un determinado producto es más perjudicial
para el medio ambiente, tiene que contribuir más al sistema de responsabilidad ampliada
del productor".
Los sistemas de RPE han demostrado ser un mecanismo eficaz para financiar el desarrollo
de la infraestructura necesaria para que un producto siga circulando en la economía.
Además, al crear políticas de RPE para el sector textil, los responsables políticos pueden
incluir aspectos que vayan más allá de la gestión de residuos y resolver el problema de la
contaminación mediante la eliminación en origen. Esto significa, por ejemplo, fomentar el
diseño de productos circulares y ampliar la utilización de los productos textiles.
SOBRE LA FUNDACIÓN ELLEN MACARTHUR
La Fundación Ellen MacArthur es una organización internacional sin ánimo de lucro que
desarrolla y promueve la idea de una economía circular para hacer frente a algunos de los
principales retos actuales, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, los
residuos y la contaminación. Trabajamos con líderes de los sectores público y privado, así
como con académicos, para generar conocimientos, explorar oportunidades de colaboración
y diseñar y desarrollar iniciativas y soluciones para una economía circular. Progresivamente
más basada en energías renovables, la economía circular se rige por las ideas de eliminar
residuos, reutilizar materiales y productos y regenerar la naturaleza para crear resiliencia y
prosperidad para las empresas, el medio ambiente y la sociedad.
Para más información: www.ellenmacarthurfoundation.org | @circulareconomy


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